Borja Hernández, llamado a declarar por el caso de los amaños de partidos de fútbol

El jugador del Club Deportivo Guijuelo, Borja Hernández, ha sido llamado a declarar por las autoridades por la trama de amaño de partidos que se ha dado a conocer en los últimos días. En este caso en concreto, Hernández ha testificado en referencia a su paso por el Club de Fútbol Jumilla en el grupo andaluz. De ese equipo, también han sido llamados a declarar los jugadores Ceballos y Catalá. El jugador realizó las declaraciones el pasado lunes, e inmediatamente volvió a su trabajo normal en el Guijuelo, donde ha entrenado con normalidad hasta el día de hoy.

El equipo y el cuerpo técnico apoyan al jugador, puesto que tras el entrenamiento de esta mañana el técnico del Guijuelo, Jordi Fabregat ha hecho declaraciones al respecto: "Cuando hay presunción de haber cometido un delito, ya parece que uno es un delincuente y no es así. Hay un secreto de sumario y nosotros de su paso previo al Guijuelo no sabemos nada, pero creemos a Borja, en su honestidad y lo que nos ha contado nos ha dejado muy tranquilos y que esto dará mucho que hablar algunas semanas y luego podremos seguir con el fútbol".

Además, el técnico señala que la situación no afectará en lo deportivo: "Yo le veo tranquilo, sé que no está metido en cosas de amaños de partidos ni nada y nosotros le vamos a dar todo el respaldo. Yo soy el primero que está con el. Vamos a centrarnos en lo deportivo y pasar página lo antes posible. Esto no va a afectar a lo deportivo de la plantilla, y yo antes de alinearlo voy a hablar con él para asegurarme de que está anímicamente bien. Pero sé que no se siente culpable para nada y que está fuera de toda trama delictiva".

El Club Deportivo Guijuelo ha publicado una nota de prensa en la que recuerdan que la investigación se centra en temporadas pasadas, en el caso de Borja Hernández, por su época como jugador en Andalucía con el CF Jumilla, por lo que las tramas de amañamiento de encuentros no tienen que ver con el club. Pese a ello, señalan que si se demostrara que algún jugador de la plantilla está realmente implicado en prácticas delictivas, sería despedido inmediatamente.