Las invitaciones para la Rondalla vuelan en una gélida mañana que tuvo un susto en la cola

En apenas media hora se agotaron este año las invitaciones para poder disfrutar el próximo miércoles en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal de la presentación en doble sesión de las populares Coplas de la Rondalla III Columnas.

Pese a que las invitaciones no están numeradas (y que por lo tanto quién quiera coger buen sitio tendrá que volver a hacer otra cola el miércoles), la primera persona en llegar a las puertas del Teatro Nuevo lo hizo a las 7.45 horas, es decir, tres horas y cuarto antes del momento fijado para la apertura de la taquilla, las 11.00 horas (finalmente se adelantó un par de minutos).

Tras esa primera persona, poco a poco se fueron acercando más mirobrigenses hasta las puertas del Teatro, conformando una cola que en el momento de abrirse la taquilla contaba con unas 230 personas (el año pasado fue mucho más amplia, de alrededor de 350 personas). Teniendo en cuenta que cada persona podía recoger un máximo de 2 invitaciones y que se repartían unas 800 (la Rondalla se reserva unas cuantas), evidentemente todos los que estaban justo en ese momento en la cola tenían asegurado llegar a cogerlas.

Sin embargo, para poder llegar a tener invitaciones para la primera sesión (que comenzará a las 20.00 horas) fue necesario madrugar un poco, recogiendo las últimas las personas que se habían puesto en la cola en torno a las 9.45 horas. A partir de ahí, se continuaron repartiendo las que quedaban para la segunda, que se acabaron agotando en torno a las 11.30 horas, dejando con su gozo en un pozo a varias personas que justo en ese momento se acercaron por allí.

Hay que apuntar que algunos de los primeros que estaban en la cola, una vez tenían las invitaciones en la mano, se pusieron otra vez al final de la cola, dándoles tiempo a coger otro par de invitaciones, en este caso ya para la segunda sesión.

Lo más destacado de la mañana fue el susto que se llevaron todos los que estaban en la cola cuando, poco antes de abrirse la taquilla, un hombre que estaba en los primeros puestos (había llegado a las 8 de la mañana) se desmayó, siendo necesario que acudiese una ambulancia para trasladarle. Por fortuna, el hombre se recuperó satisfactoriamente.

Quizá ese desmayo fue producto del intensísimo frío que hacía en la mañana dominical, con temperaturas bajo cero pese a que lucía un sol radiante.