Pocos ejemplares y mucha camaradería en la jornada micológica

Un año más, las jornadas micológicas han sido protagonistas en el otoño de Linares de Riofrío, aunque en esta ocasión marcadas por la escasez de lluvias, que redujeron enormemente los ejemplares recogidos, así como también el número de participantes. Aún así, más de cien personas se animaron a partir esta mañana hacia el paraje de La Honfría para recolectar todo tipo de hongos y setas.

El experto en micología y uno de los organizadores de la jornada, Matías Mayordomo, señaló que pese a la escasez, lo más importante de la jornada ha sido la participación de los incondicionales vecinos de la localidad, que cada año se vuelcan con la actividad: "Los jóvenes de Linares llevan años preparándose para este tipo de jornadas y son ellos mismos los que ponen en valor su propia localidad, enseñando a los visitantes a buscar setas".

El propio experto señaló que la exposición de los pocos ejemplares recogidos en La Honfría se expusieron en la oficina de turismo. Las especies más destacadas de la jornada fueron el Hydnum repandum, una seta comestible de sabor amargo y picante. Boletus pinophilus, otro ejemplar comestible. También Mycenas, pero en cantidades muy inferiores a otros años. Entre otras especies menos comunes, se recogieron algunas variedades de Ascomicetos, y la Lunoderma lucydum, que se utiliza mucho en herbología y que se comercializa de importación en España a altos precios y está disponible en hábitats salmantinos.

Tras la jornada de recolección, que duró unas cuatro horas, los participantes se citaron en el hogar del jubilado, donde los miembros de la asociación de mayores, junto con los quintos, sirvieron una comida de confraternidad a todos los presentes.