El Seminario arranca los festejos por sus 250 años, que se cumplirán en 2019

Quedan todavía 2 largos años para que el Seminario Diocesano San Cayetano de Ciudad Rodrigo cumpla su primer cuarto de milenio de existencia, pero la institución mirobrigense ha decidido arrancar ya mismo los actos festivos con motivo de esa efeméride, coincidiendo con la celebración de este año de su patrón, San Cayetano.

En torno a los festejos que han tenido lugar estos días, hay que apuntar que en la noche del domingo hubo una velada especial en el Seminario que incluyó incluso el lanzamiento de fuegos artificiales en torno a la medianoche. En la mañana del lunes, toda la comunidad educativa se dio cita en la Capilla Mayor para asistir a una misa, que como gran novedad se emitió en directo por Facebook, dentro de una apuesta que quieren hacer por las nuevas tecnologías (también está previsto crear una página sobre el Seminario en Wikipedia).

A continuación, todos los presentes se desplazaron al salón de actos Obispo Mazarrasa del Palacio Episcopal, para asistir con inusitada antelación a la sesión de apertura el 250 aniversario. El motivo de arrancar tan pronto se debe a que es "una celebración que requiere un tiempo", en palabras del rector del Seminario, Juan Carlos Sánchez, por lo que este primer curso académico que queda hasta el momento exacto del 250 cumpleaños lo van a dedicar a "ir preparando el terreno". Aunque los actos principales no comenzarán hasta la celebración de San Cayetano en 2018, de esta forma "no se improvisará".

Según apuntó el Obispo Raúl Berzosa, la celebración debe ser "realista, eficaz, económica y con gran divulgación", con cuatro objetivos principales: "la puesta en valor de lo que significa el Seminario en la Historia de Ciudad Rodrigo, de los alumnos (más de 6.000) que han pasado por la institución, del valor educativo que sigue teniendo el Seminario, y de que forma parte del conjunto de la sociedad en Ciudad Rodrigo", apuntando que la Diócesis "le da identidad" a Ciudad Rodrigo, y que el seminario es "la niña de los ojos del Obispado".

Berzosa recordó que en 2019, además del 250 Aniversario del Seminario, también se cumplirán 75 años de la Declaración de Ciudad Rodrigo como Conjunto Histórico-Artístico, por lo que "se van a complementar", porque la iglesia "vive con independencia y sana colaboración con la parte política, pero la celebración del Seminario atañe a la sociedad y a la Iglesia".

Programadas unas Jornadas y un Simposio

Este hecho se pondrá especialmente de manifiesto en el 'hilo conductor' que tendrá la conmemoración de estos 250 años: el desarrollo de unas jornadas y un simposio que tienen como finalidad "potenciar la historia del Seminario e investigar lo que ha sido" durante este tiempo. En principio, está previsto celebrar tres jornadas con el título de El Seminario de San Cayetano, Iglesia, Sociedad y Cultura, en las que volverán a la institución antiguos alumnos que ahora tienen diferentes responsabilidades.

La primera de ellas tendrá lugar en abril-mayo de 2018. En lo que se refiere a la vertiente de Iglesia, se hablará de Obispos, sacerdotes y laicos de la mano de Nicolás Martín Matías; en la de Sociedad, de las Fuerzas Armadas, con Ángel Montero Calzada; y en la de Cultura, de poetas, literatos y pregoneros con José Antonio Bartol y José Luis Herrero. Además, habrá una mesa redonda con José Sánchez, Generoso, José Luis Tapia y Antonio Sánchez Zamarreño.

La segunda de las jornadas se celebrará en torno a la festividad de San Cayetano de 2018, y la tercera, en mayo de 2019. El colofón será un simposio de 4 días de duración para "escribir la historia del Seminario, qué es ahora y qué puede ser", que está previsto para la semana posterior a la festividad de San Cayetano de 2019. Pese a que queda tanto tiempo, el contenido de ese simposio está ya bastante definido, desgranándolo Anselmo Matilla en la mañana del lunes.

Como otras acciones que se harán durante este tiempo, se quieren hacer unos pequeños vídeos, un documental, unos conciertos, una visita teatralizada a la Catedral, o una exposición con objetos y documentos de la historia del Seminario, todo ello con el objetivo de "incrementar en la Diócesis el conocimiento del Seminario, haciéndonos a la idea de que estamos en un tiempo nuevo".

El Seminario está digitalizando su archivo académico

En lo que se refiere a objetos y documentos, el Seminario está ahora mismo en un proceso de digitalización de su archivo académico, fotografiando todos los documentos con una cámara (las imágenes quedan ordenadas con un sistema inventado por Manuel Calderero) y pasando todos los registros a una base de datos que permitirá "conservar el patrimonio, ponerlo en valor y reivindicar el papel del Seminario en Ciudad Rodrigo y la Diócesis".

Este proceso en torno al archivo fue impulsado por el sociólogo Javier Alonso, tras ver que conserva datos de prácticamente toda la historia de la institución, faltando únicamente de los primeros 27 años (los primeros documentos son de 1796).

Según se explicó en la mañana del lunes, el trabajo en torno al Archivo lo inició en el año 2014 Ander Medina mientras realizaba unas prácticas de un Ciclo Formativo. Posteriormente, fue contratado por un tiempo, contando con la colaboración de Estanislao Barrio, Gloria Elvira y Flora Espinel para una fase de diseño de la base de datos y de comienzo de introducción de los datos.

Este curso, ha comenzado la segunda fase de digitalización del archivo, de la que se están encargando dos jóvenes, Francisco Javier Rubio y Sheila Mangas, que han sido contratados hasta mayo gracias a una subvención recibida por la Fundación Ciudad Rodrigo, con quién tiene un convenio el Seminario Diocesano.

La base de datos recogerá todos los datos que se conservan: nombres y apellidos de los alumnos, nombres de los padres, lugar de origen, asignaturas cursadas, origen económico, etc., permitiendo de este modo hacer "un estudio sociológico e histórico de esta institución", al poderse sacar estadísticas de cualquier cosa, por ejemplo de cuántos alumnos llegaron a ser sacerdotes (unos 1.500).

Concluidas las obras en el Seminario

Por último, en la mañana del lunes el Vicario General de la Diócesis, Tomás Muñoz Porras, explicó las obras que se han realizado en los últimos meses en el Seminario Diocesano, que fue levantado por Juan de Sagarvinaga.

Lo más relevante ha sido la intervención desarrollada en los claustros, donde se ha retirado el forjado que había situado a la altura de la planta baja, que se instaló en los años 50-60 cuando se decidió calefactar todo el edificio. Los forjados se habían ido deteriorando con el paso del tiempo, por lo que era necesario quitarlos.

Para que los claustros no quedasen al descubierto, se han cerrado por la zona superior, reforzando para ello la cubierta a partir de la cual se ha instalado un lucernario, de tal forma que el espacio ha ganado en luminosidad. En ese mismo lugar, se ha procedido al saneado del suelo, rehaciendo las canalizaciones e instalando un enlosado de granito. Además, la empresa Edyciba ha regalado la limpieza del Sagrado Corazón allí situado.

Por otro lado, se ha renovado la linterna de la cúpula de la Capilla Mayor, que también se había ido deteriorando, produciéndose filtraciones. Ahora, se ha instalado una tela aislante impermeable. Además, se ha recuperado la espadaña del Seminario y la campana de la institución ha vuelto a sonar. Estas obras han sido incluidas dentro del convenio de reparación de templos que firman la Diputación y el Obispado de Ciudad Rodrigo.