Atípica tarde sabatina en la Feria con una mayor ‘libertad’ de movimientos

La tarde de sábado de la Feria del Caballo, posiblemente el tramo horario de todo el fin de semana en que mayor cantidad de público pasa por el recinto ferial del Polígono de Los Chabarcones, fue este año totalmente atípica, ante la ausencia de un gran evento de continuidad.

De forma tradicional, en la tarde sabatina de la Feria tenía lugar el Concurso Nacional de Doma Vaquera, que este año ya alcanza su 16ª edición (sólo uno menos que la Feria). Sin embargo, este año ese concurso se ha movido al domingo ?lo que no ha afectado a la participación, sino todo lo contrario, ya que este año hay 21 caballos frente a los 11 del año pasado - con el objetivo de dejarle hueco a un nuevo Concurso Territorial de Equitación de Trabajo, que iba a tener pruebas de mañana y tarde.

Lamentablemente, este Concurso no ha tenido las inscripciones suficientes para llevarlo a cabo, por lo que se tuvo que cancelar, dejando la tarde del sábado en cierta medida 'coja', aunque hubo una reordenación de actividades para intentar suplirlo. En este sentido, se desarrolló durante la tarde (aunque con una duración de sólo una hora) una Exhibición de Equitación de Trabajo, que consiste en que los caballos hagan en la pista de competición movimientos que hacen habitualmente en el campo en distintas tareas.

Esta Exhibición, apoyada por la Asociación de Equitación de Trabajo de Castilla y León, contó con un amplio seguimiento de público, que pudo disfrutar de las habilidades de cuatro caballos y sus jinetes realizando dos de las modalidades de esta disciplina: manejabilidad y velocidad (el Concurso de Ciudad Rodrigo iba a tener una tercera, la doma; mientras que los nacionales tienen una cuarta, el apartado de la vaca).

Concluido este concurso, el interés se trasladó en parte a la carpa, con una actuación musical a cargo de Sebastián Fraile 'El Charro'. Una vez finalizó, y aprovechando la música que sonaba en la carpa, un grupo de chicas se arrancó a bailar sevillanas a ras de suelo, generando bastante expectación.

Al acabar pronto las actividades programadas, las personas congregadas en el Polígono de Los Chabarcones tuvieron más 'libertad' de movimientos, apostando por ejemplo -ya que la tarde no estaba tan fresca como la del viernes- a estar en la zona externa de la carpa que da a la pista de competición, que fue punto de arranque y llegada de caballos y calesas en sus paseos.

A lo largo de toda la tarde, hubo un goteo continuo de personas visitando el recinto ferial propiamente dicho, la feria de artesanía, y por supuesto numerosos niños disfrutaron de los hinchables situados en el otro extremo de la carpa. De igual modo, el tren turístico realizó unas cuantas rutas a lo largo de toda la tarde.