Carta de los familiares y amigos del joven fallecido tras sufrir un accidente en las piscinas
"Sus órganos seguirán viviendo y ayudando vivir a otras personas, demostrando su generosidad hasta el último momento"
Queremos publicar esta carta sobre el accidente que sufrió José Ignacio Molinero Vicente en las piscinas de Ciudad Rodrigo el pasado 12 de agosto. La carta la firman cuatro personas en nombre de todos los amigos allí presentes (alrededor de 20 personas) y de toda la familia de José Ignacio.
Accidente fatal
Recientemente este periódico se ha hecho eco del accidente que tuvo lugar el pasado día 12 de agosto en las piscinas de Ciudad Rodrigo. La familia y amigos que estuvimos presentes hemos leído los artículos de prensa con gran dolor e impotencia, debido a que la actuación de la socorrista que se encargaba de supervisar el control de la piscina donde sucedió el triste accidente, estuvo muy lejos de ser una actuación heroica, tal y como se indicaba en los artículos, además de no ver cómo había un cuerpo flotando en la piscina, cuando un familiar y un amigo lo sacaron de la piscina, ella entró en shock y tuvieron que llamar a otros socorristas que se encontraban en el recinto con la correspondiente pérdida de un tiempo valiosísimo. Esta segunda socorrista con escasos medios materiales y la ayuda de un policía local fueron los que comenzaron a realizar el RCP.
Con esta carta no queremos culpabilizar de su fallecimiento a la labor de la socorrista, porque desgraciadamente la lesión que tenía no le hubiera permitido vivir, pero si necesitamos dar este toque de atención, ya que, las personas que se encargan de cuidarnos en nuestros momentos de esparcimiento deben ser personas cualificadas, no solo deben poseer la titulación exigida, sino que deben tener las actitudes/aptitudes psíquicas adecuadas para reaccionar ante una situación de estrés.
Por otro lado, la familia y amigos queremos agradecer al personal sanitario y médicos de las UCIs de los Hospitales Clínico de Salamanca y Virgen Vega por su labor y, sobre todo, por el cariño y humanidad con la que nos trataron en esos duros momentos facilitándonos información, espacio y acceso a José Ignacio para poder estar junto a él. No podemos por menos que agradecer al Médico Forense de Guardia y al Juzgado de Guardia por su rápida actuación en la realización de los trámites para poder trasladarlo a Vitoria ayudándonos a mitigar nuestro dolor.
No hay nada en estos momentos que pueda consolarnos, solo saber que el sigue viviendo no solo en nuestros pensamientos, sino en sus órganos que seguirán viviendo y ayudando vivir a otras personas, demostrando su generosidad hasta el último momento.
Amigos y familiares de José Ignacio Molinero Vicente