Basilio Martín Patino, el Guardián de la Memoria del Franquismo

Cuando hemos conocido la noticia del fallecimiento del cineasta salmantino Basilio Martín Patino, Doctor Honoris causa por la Universidad de Salamanca, hemos sentido tristeza por su partida pero nos queda su importante obra cinematográfica. No voy a hablar de Basilio como cineasta o como persona porque no soy crítico de cine y porque el periodista salmantino Ignacio Francia, amigo y paisano de Basilio lo hará estupendamente.

Me voy a referir a Basilio como el guardián de las miserias del Franquismo, el hombre que a través de su cine nos habló de la memoria de una sociedad atrapada en la miseria moral y física de un régimen dictatorial que no dejaba resquicio para las libertades.

Conocí al cineasta Basilio Martín Patino a través de su película Nueve Cartas a Berta de 1966. un filme ambientado y filmado primorosamente en Salamanca, ¡qué maravilla la escena de los protagonistas subiendo por la calle Compañía al anochecer¡ ¡qué lirismo desprendían aquellas imágenes en blanco y negro¡.

El periodista y amigo Ignacio Francia que hacia de puente entonces entre el Cine Club universitario del Movimiento y nuestro Cine Forum Fecum conocía muy bien a Basilio ya que además de ser paisanos de Lumbrales había estudiado magníficamente las famosas Conversaciones Cinematográficas de Salamanca de 1955, impulsadas por el propio Basilio Martín Patino y el director Ricardo Muñoz Suay y que significaron un hito en la evolución del cine español.

Gracias a Ignacio Francia estuvimos en la casa madrileña de Basilio donde me sorprendió la cantidad de objetos de anticuario que atesoraba especialmente angelotes de iglesia y hasta un pequeño confesionario procedente de alguna iglesia rural.

Basilio estuvo aquél día encantador y dicharachero hablando de cine y de su Salamanca. La última vez que tuve el placer de conversar con él fue hace unos años en una tertulia de la Casa Lis con Ignacio Francia donde acudió cuando se enteró de la charla de Ignacio.

Para mi como historiador, Basilio fue una auténtica revelación, creo que él supo plasmar con extraordinario espíritu poético la sociedad española de la postguerra a través de su "Canciones para después de una guerra" estrenada en 1971 y con problemas, cómo no¡ con una censura franquista en manos de curas, falangistas y escritores del régimen que velaban por la integridad moral de los ciudadanos españoles.

Aquella película de montaje, donde desfilaban al ritmo de las imágenes del NODO de entonces las canciones más populares de la época representaba el mayor ataque cinematográfico contra la miseria moral de un régimen sustancialmente corrupto pero que aspiraba a salvar para el cielo a los ciudadanos españoles. El régimen no se conformaba con gobernar con despotismo y encarcelar a los disidentes, pretendía la salvación eterna de los españoles, no hay que olvidar que Franco era "Caudillo de España por la gracia de Dios" y así se reflejaba hasta en las monedas de peseta.

Este mismo espíritu subversivo y desmitificador lo llevó a otra gran obra "Caudillo" donde sigue con su afán documental sobre Franco y el régimen, una película que la censura de 1974 impidió proyectar en los cines y tuvimos que esperar a la muerte del dictador para disfrutarla, en este filme Basilio demuestra su sentido del sarcasmo y la ironía al sacar a Franco hablando desde el balcón del Ayuntamiento de Salamanca "subido en un cajón", ya sabíamos que el pequeño general sublevado contra el régimen republicano era muy bajito. Otra escena curiosa es el discursito que recita Carmencita la hija de Franco dirigido al pueblo alemán con su padre y su madre delante repitiéndole las frases que se olvidaba la niña.

Otra estela en la cinematografía de Basilio es una impactante película en la que aborda la pena de muerte en España, se trata de "Queridísimos Verdugos" 1973, donde a base de entrevistas con verdugos de la época y familiares de ajusticiados construye un enorme relato contra la pena de muerte, tan querida por el franquismo. Basilio llevó el cine documental a lo más alto y supo, no solo calar en la sociedad española del siglo XX, sino transmitir su eco y su memoria, como ejemplo valga su documental "Casa Viejas" sobre los campesinos anarquistas asesinados en la Segunda República que provocó la dimisión del presidente de Gobierno de entonces Manuel Azaña y el conjunto de documentales titulado: "Andalucia. Un siglo de fascinación" de 1996. Basilio Martín Patino en realidad no se ha ido continúa entre nosotros dándonos lecciones de compromiso social y de memoria con el pasado.