Torneos entre caballeros, clase de esgrima, baile medieval y la popular refriega fueron el guion de una extraordinaria escenificación
Engalanada con pendones y estandartes para recordar la leyenda de una historia de hace 600 años. Así se ha presentado este fin de semana Hinojosa de Duero, un día villa de caballeros y hombres buenos que fueron capaces de hacerse un sitio en la historia de La Raya, vigías del Duero desde su castillo en el Cristo.
Por sexto año consecutivo, los vecinos de Hinojosa de Duero salieron a las calles con atuendos medievales para escenificar la leyenda del feudal, del tirano que utilizando el derecho de pernada enfureció a los habitantes de esta villa hasta lograr su sublevación.
Los hechos reales ocurrieron un día del mes de febrero de 1441, y de aquel acontecimiento, que enfrentó a los señores de estas tierras contra el obispo de Ciudad Rodrigo, la tradición oral se ha encargado de mitificarlo hasta convertirlo en el mayor símbolo de los hinojoseros: la victoria del pueblo (la bandera) frente el poder del feudal (alabarda), personajes ambos representados en el tradicional baile de la bandera que se representa cada 24 de junio, día de San Juan.
La leyenda
Cuenta la leyenda que hace siglos habitaba en el castillo de Hinojosa un feudal, un tirano que oprimía al pueblo hasta el punto de haber instaurado el derecho de pernada, y que el mismo día de San Juan el feudal tomó para su alcoba a una joven que había contraído matrimonio en esa misma fecha.
Ante tal afrenta, el pueblo reclamó el apoyo del alcaide, armándose de orcas, hoces y otras herramientas labriegas dispuesto a tomar el castillo. El feudal comenzó a escuchar los gritos de la muchedumbre desde su alcoba, y alertado por uno de sus sirvientes salió en calzones de la fortaleza ante la premura de la situación. El pueblo tomó el castillo y se apropió de la bandera que cada día de San Juan, desde entonces, bailan los mozos de Hinojosa recordando su triunfo ante el poder del feudal.
Escenificación del feudal de Hinojosa
Y sobre este guion sustentaban este sábado los vecinos de Hinojosa la recreación de aquellos hechos, todo bajo la batuta de su director José Vicente Ledesma, quien ha sabido añadir a esta leyenda los elementos necesarios para transportar a los vecinos que ejercen de actores, y al público en general, a un tiempo que marcó la historia de esta villa.
Esta jornada del sábado, día del levantamiento del pueblo, comenzaba en la mañana con un mercado medieval y al que seguiría en la tarde los torneos entre caballeros, además de una clase de esgrima, novedad de esta edición. La representación continuaría con el convite de los padres de los jóvenes que acaban de desposarse horas antes, instante, según el guion, en el que el señor Feudal, haciendo uso de su poder, hace preso al marido y reclama el derecho de pernada sobre la joven, que subiéndola en su caballo desaparece camino al castillo.
Así que ante tal ofensa, los vecinos corren en busca del alcaide para hacerle saber lo acontecido, hechos que también le indignan, por lo que suelta al reo y autoriza la revuelta. Armados con aperos de labranza, los vecinos reducen a la guardia y hacen huir al feudal para ondear al aire su bandera. La escenificación concluye en la ermita del Cristo con el tradicional baile de la bandera.
El simbolismo del baile de la bandera
Con el paso de los siglos, la trasmisión oral de aquellos acontecimientos ha dado paso a una legendaria historia con la que se ha identificado este pueblo hasta nuestros días, unos hechos que ?como apuntábamos al principio? se encuentran representados en el tradicional baile de la bandera.
En esta danza, el personaje principal, el abanderado, simboliza la figura del pueblo de Hinojosa, que finalmente vence al feudal y provoca su huida del castillo, figura esta representada por un segundo personaje identificado con tocado de sombrero y empuñando una albarda (pica) en señal de su poder militar. Otro de los rasgos que define a este personaje, y los hechos que se atribuyen a aquel momento histórico, lo reflejan sus pantalones, pues el alabardero (feudal) aparece en esta danza con una de las piernas del pantalón remangada hasta la rodilla. Este signo simboliza la sorpresa que el ataque produjo al señor del castillo, pues la premura de la situación que vivía durante su descanso en la alcoba le impidió colocarse adecuadamente las calzas para salir por piernas y solicitar auxilio al Prelado, como así aconteció.
Algunos de aquellos hechos históricos hoy aparecen en forma de leyenda y convertidos, en muchos casos, en un excelente guion novelístico. Precisamente, en esos terrenos, entre la historia y la ficción, es donde se desenvuelve esta escenificación de lo acontecido en Hinojosa hace casi seis siglos, un suceso que ahora volverán a protagonizar de forma simbólica los vecinos de esta villa.
EN UNOS MINUTOS SE INCLUIRÁ UN VÍDEO DE LA ESCENIFICACIÓN