La lluvia estropea la víspera del Martes Chico, que se abrió con un reivindicativo pregón

La lluvia fue la molesta e inesperada protagonista de la víspera del Martes Chico, que por segundo año contaba con actos gracias a la iniciativa de varios hosteleros de la zona, con el objetivo de que el ambiente festivo arranque desde la noche antes.

De cara a esta segunda ocasión que se hacía, estaba previsto que el guión se desarrollase de la misma forma, con un pregón y un concierto que se podrían seguir cómodamente desde las terrazas que invadían las calles Lorenza Iglesias y Laguna desde última hora de la tarde. El pregón sí se pudo desarrollar con normalidad, pero en mitad del concierto apareció la lluvia, que ya no se esperaba para esas horas según las previsiones, que venían recogiendo principalmente posibilidad de lluvia para la tarde (como también ocurrió).

El segundo pregón del Martes Chico corrió a cargo del monologuista Sergio Olvidado, quién hizo una intervención muy reivindicativa: de Ciudad Rodrigo en general, del barrio de San Cristóbal en particular, así como de lo importante que es luchar por llevar a cabo las ideas, poniendo como ejemplo el propio Martes Chico.

Según expresó, esta celebración es "el ejemplo de cómo una idea fresca puede salir adelante en una tierra yerma", siendo "un subidón increíble para el verano". Desde su punto de vista, la "receta" para llevar a cabo algo "con futuro" en Ciudad Rodrigo son "las ganas, el talento, el tiempo y la ilusión", poniendo como ejemplo eventos en cuyo desarrollo él mismo ha estado implicado, como el Farinato Sound Festival, el Combate de Monólogos o la Ruta de los Malditos.

Para poder hacer iniciativas, "hay que arremangarnos para trabajar conjuntamente", dejando a un lado "las rencillas", porque en Ciudad Rodrigo "somos expertos en protestar". Sergio Olvidado invitó a que "en vez de protestar, usemos esa energía en hacer eventos, porque todo se puede hacer y conseguir, no os desaniméis", invitando a "confiar en los jóvenes; demos oportunidades de innovar y hacer cosas nuevas". Así, "con empeño y con confianza podremos decir algún día 'aquí se hacen cosas'".

Desde su punto de vista, Ciudad Rodrigo "tiene poder", lo que le llevó, tras tener también su 'fase' de "odiar" la ciudad, a querer quedarse, pese a su opinión por ejemplo en torno a la sanidad, en torno a la cual considera que la ciudad se merece "al menos un hospital digno y una atención mínima".

Como segundo bloque del pregón, Sergio Olvidado se centró en alabar el barrio donde se celebra el Martes Chico, el de San Cristóbal, que es su barrio, ya que nació en "la calle de las piedras", la calle Lázaro. De este modo fue recordando diversos aspectos del mismo.

Por ejemplo, para Sergio Olvidado, San Cristóbal es un barrio que es "exponente comercial", poniendo como referencia que "ninguna web le llegará a las suelas de los zapatos a La Parra", lanzando incluso un viva a este emblemático establecimiento (que ya fue alabado en el pregón del año pasado ofrecido por José Antonio Vicente Sánchez. También reivindicó el papel de la fuente de San Cristóbal, "que era nuestro Facebook, nuestro Instagram, nuestro muro"; o el 'antiguo' Parque de La Glorieta, donde era toda una aventura ir a jugar antes de que se llenase de protecciones.

Como lugares con historia, recordó los restos que quedan del acueducto de San Giraldo (en la rotonda de la Escuela Infantil), los conventos del barrio, o la Iglesia, "de donde sale el patrón de Ciudad Rodrigo". En el ámbito de la hostelería, mencionó lugares como el Café Moderno ("un monumento de la historia del Carnaval"), Las Cubas, El Gorro Blanco, el Riche, o el Copacabana. Asimismo también evocó el kiosco de El Carmen.

En la recta final, hizo una reivindicación del propio Martes Chico ("me encanta ser pregonero del Martes Chico"), expresando que "es bueno también hacer cositas en los barrios", y que "me gusta que sea aquí para que los turistas vean otras cosas". Sergio Olvidado espera que este Martes "lo único chico sea la tristeza y la desgana", y que haya muchas ganas de realizar compras y de vivir la fiesta.

Como curiosidad, Sergio Olvidado fue saludado al acabar el pregón del Martes Chico por la persona que exactamente dentro de una semana ofrecerá el pregón del Martes Mayor, Juan Carlos Sánchez.

Nada más finalizar el pregón, comenzó la actuación al igual que el año pasado del grupo Va por Ti, aunque en esta ocasión en un gran camión-escenario. La actuación llevaba cerca de hora y media en marcha cuando la lluvia hizo acto de presencia, con un notable chaparrón, que hizo vaciar las terrazas aunque en vez de irse a sus casas, bastante gente optó por refugiarse en los toldos de los bares y otros recovecos esperando a que parase de llover. En torno a la 1 de la mañana, una vez pasado el chaparrón, se pudo retomar el concierto, que concluyó a la hora inicialmente prevista, las 2.30 horas.