Los comerciantes del centro histórico protestan por la regulación del tráfico

Unos 60 comerciantes del centro histórico de Ciudad Rodrigo llevaron a cabo en la tarde del viernes una protesta a las puertas de la Casa Consistorial centrada en la regulación del tráfico dentro de murallas. Esta protesta también se extendió a sus propios establecimientos comerciales, que taparon con papeles (como si estuvieran abandonados) con unos carteles con la leyenda ¡Por un comercio vivo! ¡Por una ciudad viva!.

Durante esa concentración se leyó un comunicado en el que se criticó que la libertad de circular y aparcar en la Plaza Mayor no se haya ampliado hasta el 14 de julio como ellos plantearon en un escrito registrado en el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo el pasado 23 de mayo, que fue acompañado de casi un centenar de firmas de comerciantes, hosteleros, centros socio-sanitarios, farmacias, dentistas, centros auditivos y residencias afectados por dicha norma.

Según el Bando dictado hace unos días por el alcalde, habrá como el año pasado una semi-libertad en la Plaza Mayor hasta el 30 de junio, ampliando lo que dice la Ordenanza General de Tráfico aprobada en el año 2000, que prohíbe directamente el estacionamiento en la Plaza entre el 15 de junio y el 15 de septiembre.

En el comunicado leído en la tarde del viernes se expresó que "no comprendemos de nuevo la actitud del Ayuntamiento al reiterar nuevamente esta norma sin atender a lo solicitado, que no es más que retrasar tan sólo 15 días su aplicación". Los comerciantes defendieron en su comunicado la necesidad de hacer un calendario en el que se determine cuándo "abrir y cerrar al tráfico, aparcar y no aparcar, sin llevarse por delante la desolada economía local".

Según los comerciantes, las medidas restrictivas suponen "acabar con el presente y el futuro de nuestra ciudad y la pérdida de puestos de trabajo o la no creación de otros nuevos".

En el comunicado se llega a decir que "los comerciantes del Recinto Amurallado también queremos que se peatonalice", pero se preguntan si de verdad hay tantos peatones "para que no quepan los coches o para expulsarles sin reparos", y si en épocas de "escaso o nulo flujo peatonal se hace necesario el corte del tráfico y la prohibición de aparcar en la Plaza".

Desde su punto de vista, el comercio de Ciudad Rodrigo "abastece y se nutre fundamentalmente de la población, estando muy lejos de poder vivir del turismo, principal motivo de la peatonalización", que supone "el riesgo de una fuga, que ya es evidente, del comercio hacia zonas periféricas, que tampoco está mal, pero que provocará a largo plazo el vaciamiento de locales comerciales y la conversión en ruinas de los edificios". En este sentido añaden que en los últimos 15-20 años han desaparecido del centro colegios, servicios y administración pública.

Los comerciantes se quejan de que, como autónomos, el tener un pequeño negocio en una zona determinada implica cumplir con las mismas obligaciones, "pero no tener los mismos derechos".

Desde el punto de vista del empresariado, el turismo que recibe Ciudad Rodrigo "es estacional y temporal muy ligado a determinadas fechas: Semana Santa, Navidad, agosto, Carnaval", por lo que consideran que en "épocas del año en las que no hay nadie", hay que "facilitar el acceso al centro para facilitar el consumo local y comarcal así como el acceso de los residentes", añadiendo que "la tendencia al uso del vehículo es hoy por hoy inherente a la mayoría de los clientes del comercio, la hostelería, las viviendas y los servicios en Ciudad Rodrigo".

Para los empresarios el centro histórico "estará abocado a la ruina en pocos años", al ser "más caro, más incómodo, y gravado con impuestos adicionales como la ORA", concluyendo que desean "una ciudad viva, en la que se priorice sobre todo a las personas, al empleo, en la que se fomenten diferentes modalidades de movilidad, pero que sin todo ello deba suponer la pérdida de actividad económica".