Facult@d de Medicin@ valor y continuid@

Siendo consciente del entorno social en que nos movemos desde hace décadas, donde la Educación es la gran perjudicada por falta de un Consenso Nacional y, porque se ha utilizado con fines ideológicos, se ha perjudicado su rol social como componente esencial para progresar de manera equilibrada y sostenible.

Este déficit y, sus dinámicas obsoletas están poniendo en riesgo la buena Salud de las Facultades de Medicina (FM). En estos centros de Educación Superior es donde se comienzan a poner los pilares básicos, de fundamentos científicos y competencias sobre la Salud y la enfermedad, de los futuros profesionales de la Medicina. Es decir, aquí es donde mediante un plan de estudios organizado y secuencial se convierte, en seis años, a un bachiller en médico.

En mi opinión, la buena formación que los médicos españoles han recibido y reciben en las FM es el factor más determínate para ser un gran médico y, un buen especialista. La casa se debe empezar por los cimientos formativos y, estos deben ser sólidos y consistentes. Para ello, deben basarse en la Medicina Basada en la Evidencia, en el método científico y, en la habilidad de aplicar estos conocimientos al proceso preventivo y clínico de cada paciente. Porque la ejercicio de la Medicina comporta Ciencia y Arte. La primera por tomar decisiones en base a pruebas diagnósticas, terapéuticas y rehabilitadoras y, la segunda, por aplicar las prestaciones a cada paciente según sus problemas y necesidades, con humanidad, ética y seguridad.

Desde mi punto de vista las FM y, específicamente la salmantina, necesita de una planificación adecuada en materia de personal docente e investigador. Un buen docente no se consigue en meses, sino en bastantes años y, para ello se estableció una carrera docente que en bastantes casos se han saltado al crearse excesivas facultades populistas e innecesarias por la incompetencia de políticos autonómicos y municipales que aprovecharon la inconsistencia de l@s ministr@s de Educación y, la cultura de mirar para otro lado de muchos decan@s.

En mi opinión, se debería aprovechar la paralización de la troncalidad, que constituye una amenaza, para fortalecer el papel de las FM y, de su profesorado con unos Planes de Estudio de carácter nacional que faciliten la competencia, la movilidad y la satisfacción de formar médicos para la Sociedad del Siglo XXI. Porque tenemos la obligación de cumplir con la misión de formar médicos competentes y, no sólo opositores a especialidades MIR. Sobre éste procedimiento de prelación y, selección existe demasiada complacencia.

Estas características de homogeneidad y transparencia en la formación de los médicos fomentarían las buenas prácticas docentes, asistenciales e investigadoras en las que deben incluirse a los discentes. Dinámicas que en el momento actual y, con los Planes actuales es bastante inviable. En el ámbito doméstico, convendría darle una vuelta al convenio entre la Universidad y el SACYL para que sirva para algo más que reuniones periódicas y, facilite la entrada de profesorado competente, estable y comprometido con la docencia y, con la Facultad. Todo esto requiere de nuevos actores, nuevos planteamientos y, sobretodo de una planificación que permita mirar al futuro con optimismo.

En mi opinión, aunque se sigue en un entorno social desfavorable y con una cultura predominante de mirar hacia otro lado; es necesario cambiar las dinámicas internas y, dar valor de manera razonable y justa a la trascendencia de la Educación Superior en Medicina y, al papel desarrollan las Facultades de Medicina en relación con su contribución al progreso y desarrollo sostenido y saludable de la Sanidad española y, su Sistema Sanitario.

JAMCA