Un salvado CD Guijuelo se despide de la Liga perdiendo frente al Celta B (1-3)

CD Guijuelo 1-3 Real Celta de Vigo B

Guijuelo: Kike, Raúl Ruíz, Aitor Aspas, Ayala (Jorge Juliá 71'), Jonathan Martín, Carles Marc, Jonxa, Luque, Manu Dimas (Adriá 71'), Pino, Pepe Carmona (Javito 81')

Celta B: Néstor, Kevin (Robert 66'), Castellano, Roger, Samu, Borja Fernández, Juan, Brais, Borja Iglesias (Adrián 75'), Gus, Hicham (Mera 55')

Goles: 0-1 14' Borja Iglesias (penalti), 0-2 43' Hicham, 0-3 55' Borja Iglesias. 1-3 61' Luque

Árbitro: Fernández Fernández (Extremadura) 0. Expulsó al visitante Roger por roja directa en el minuto 48'.

Incidencias: Municipal de Guijuelo, 400 espectadores. El CD Guijuelo Benjamín B, campeón de liga, realizó el saque de honor.

El Club Deportivo Guijuelo se despidió satisfecho de la temporada 2017-2018 tras la espectacular recuperación de la segunda vuelta, pero de nuevo con derrota. En esta ocasión, el Celta B se llevó los tres puntos del Municipal en un partido con mala suerte para los locales y una discutida actuación arbitral.

El rival gallego, uno de los equipos fuertes del grupo, tenía bien claro el juego que iba a desplegar en Guijuelo. Mientras que los de casa, ya llevaban relajados desde el desplazamiento de la pasada semana, una vez superada la dura prueba de la salvación. Sin embargo, ambos equipos no se jugaban nada realmente. El Guijuelo intentó dominar el encuentro desde el principio, pero el Celta se mostró férreo con el balón, impidiendo que el partido fluyera con rapidez. pocos minutos después del inicio, Ayala derribó a Samu en el área y provocó el primer penalti del encuentro. Borja Iglesias no falló ante Kike y abrió el marcador, dejando al Guijuelo a remolque para el resto del partido. El Celta, sin hacer un partido excesivamente positivo, consiguió el segundo por mediación de Hicham justo antes del descanso, lo que dejaba el marcador muy cuesta arriba para los locales. Tras la reanudación, el partido perdió seriedad, principalmente por culpa del colegiado, que comenzó a tomar decisiones extrañas, que descolocaron a jugadores y público. La primera fue la expulsión de Roger, a dos palmos del área por falta. La siguiente fue un nuevo penalti en el minuto 55 a favor de los visitantes, por derribo de Fernández, en una muy discutida acción. Borja Iglesias transformó para el Celta, dejando el partido prácticamente sentenciado. En la recta final, el Guijuelo despertó debido a la superioridad numérica, y llegó a encerrar al Celta, que había rentabilizado muy bien sus ocasiones de peligro. Luque redujo distancias con el 1-3 poco después, pero las opciones de remontada parecían muy lejanas. Los de Fabregat llegaron a mandar el balón dos veces al palo, que habrían servido para el empate, pero la suerte no acompañó en el partido final, y el Guijuelo dejó los tres puntos para el Celta, pero se quedó con la satisfacción de haberse salvado con antelación en una temporada que ha brindado grandes emociones para los aficionados.