Caja Rural de Salamanca cierra 2016 con unos beneficios de 3,7 millones

Caja Rural de Salamanca ha cerrado el ejercicio de 2016 con unos beneficios de 3,7 millones de euros, lo que supone un incremento del 25% respecto al año anterior. Por eso, el presidente de la entidad, Ernesto Moronta, manifestaba su satisfacción, con el añadido de lograr esas cifras en un "año complicado para el sector financiero".

Por su parte, la directora general, Isabel Martín Arija, hablaba de un "magnífico ejercicio". "Intentamos aunar crecimiento con prudencia y el resultado es una entidad sólida y estable", añadía.

Entre los números que resumen la actividad de Caja Rural de Salamanca en 2016 destaca la ratio de solvencia del 20,68%, que se ha incrementado más de un punto respecto al cierre del ejercicio anterior, con lo que la entidad charra logra el doble de lo que exige el Banco de España.

Otro indicador de la buena gestión es la ratio de morosidad que es del 3,13%, una de las más bajas del país, ya que la media nacional es del 9,11%.

Los recursos totales de esta caja son de 1.017 millones de euros, un 9,7% más que en 2015. Al crédito se han dedicado 485 millones de euros (un 4% más que en el ejercicio anterior) y los depósitos han crecido un 8,7% hasta alcanzar los 806 millones de euros.

Solvencia, rentabilidad y eficiencia

"La entidad continúa demostrando una adaptabilidad envidiable, destacando por su solvencia, rentabilidad y eficiencia, con un modelo de banca cercano y transparente", aseguran los gestores de Caja Rural de Salamanca, que cuenta con 200 empleados; 60 oficinas en las provincias de Valladolid, Ávila y Salamanca; 20.000 socios y más de 81.000 clientes.

El 17 de abril comenzarán las juntas preparatorias para trasladar todos estos datos a los socios y este año se incrementará la presencia social de la entidad, con motivo de los actos para conmemorar su centenario.

Fotos de Alejandro López