Una nueva Operación Bocata contribuirá a construir una residencia en Camboya
El proyecto promovido por Manos Unidas y que cuenta con la colaboración de la Diócesis de Salamanca, dará cobijo a personas discapacitadas víctimas de la cruenta guerra que vivió ese país
El próximo 24 de febrero, a partir de las 13.00 horas, el Mercado de Abastos de Vitigudino será escenario de una edición más del Bocata Solidario promovido por Manos Unidas en colaboración con la Diócesis de Salamanca.
El precio del bocadillo será de 3 euros incluida bebida, agua o refresco. Parece poca cosa, pero consumido con la sana intención de que con su importe se ayuda a necesitados, allá donde se precise, hace crecer en el corazón sentimientos de solidaridad, participación, unión, ayuda a pobres del mundo a tos que no llega el que debería ser justo reparto de bienes terrenales.
Con la aportación de todos, por modesta que sea, unida a otras muchas, compartimos la satisfacción y la alegría de cooperar todos juntos a cubrir mínimas necesidades vitales de unos pocos.
Por esto, el bocadillo no debe ser considerado algo estrictamente recaudatorio. En la mente del que lo paga y lo come debería primar la intención de solidaridad con los semejantes que sufren miserias en sus vidas.
En 2017 los importes recaudados por Manos Unidas en la Diócesis de Salamanca irán destinados a la construcción de una residencia en la ciudad de Battambang (Camboya) destinada a discapacitados víctimas de una pasada cruel guerra y considerados socialmente seres inútiles y estorbos. El nuevo centro estará firmado por l0 cuartos cuádruples y uno de 6 personas, 4 cuartos de aseo, 1 rampa de acceso para sillas de ruedas y 1 aula guardería.
El objetivo general es la inclusión socio-laboral de estos discapacitados en un proyecto de fabricación textil económicamente auto-sustentado.
Los beneficiados directos serán 350 y 50.000 los indirectos. El importe parcial de la construcción de la residencia a intentar cubrir por nuestra diócesis será de 71.057euros. Con este importe se pagan facturas recibidas de la parte del proyecto ejecutado. EI metálico nunca es enviado y se custodia donde procede.
Al frente del proyecto está Jaime Soroa Rubio, de la Prefectura Apostólica de Battambang, que dirige el español Mons. Enrique Figaredo.