Antonio Rodriguez (El Charro)

ENTRE PUENTES

ANTONIO RODRIGUEZ (EL Charro)

En honor a los años que nos conocemos, te escribo este artículo, para expresar y poner en valor, tus cualidades, tu talento e imaginación completamente demostradas, en el arte, tanto de tallar piedra, como la que rodea cada rincón de esta ciudad, sin menoscabar esos trabajos especiales, magníficos, sobre asta de toro, o los efectuados en pirograbado, sobre la madera; sin que se resienta tu sentimiento más tradicional, y más "Charro" tocar de modo superior, el tambor y flauta, sacando del compás de este folclore salmantino, toda una muestra musical con entusiasta sensibilidad. Y, después de todo este muestrario de habilidades y recursos, está el pueblo de Almenara, donde habita una casa museo, con infinidad de piezas, recuerdos, de todo tipo, que han ido cosechando y llenando cada rincón del caserón. Todo hecho a "martillo y cincel", es decir, a mano.

No soy amigo de lisonjas, ni adulaciones que no tengan una clara comprobación, un fundamento preciso y contrastable.- Y puedo decir alto y claro, que en este caso, está a la vista de cualquiera-, que no exagero un ápice. Cierto que además de todo esto tengo el privilegio de contar con tu amistad, de hacerte confianza, y ser compañero de sinsabores, y compinche de alegrías. En un mundo de indiferencia y envidia, a, pesar de las turbulencias, has defendido con entereza tu lugar. No has cedido ante los compromisos, la falta de tiempo, el trabajo, y, siempre pudimos encontrar un momento en el que, juntarnos a "comulgar" y a compartir nuestras experiencias. Y eso; es importante, importantísimo.

Por eso hoy, mirando hacia atrás, he querido reconocer, que todas esas experiencias, tu fortaleza, tu fuerza o dedicación, no deben, ni pueden pasar desapercibidas, es una pena, que esta Salamanca que nos duele, no sea capaz de poner en valor, a ese ramilletes de artesanos, sencillos, de primar y ensalzar ese reconocimiento, de los que son nacidos de la tierra, y que sin pedir nada, han llevado y llevan el nombre de esta ciudad, grabado en su tambor y, en cada arruga de sus manos, con las que trabajaron el duro material. En lo que a mí respecta, en cuanto a mis sentimientos, hacia aquello que rinde culto a la amistad debo decir que: Cuando miro alrededor y veo lo difícil que se hace la vida, lo empinada que es la cuesta, sonrió por dentro pensando "no estoy solo, tengo un amigo en el que apoyarme". La verdad es que hay ciertos trayectos de la vida que no pueden ser transitados solos. Hay momentos de franca desesperación en los que la mano salvadora de un amigo sincero, llega justo a tiempo, (como también lo hacen, ante los negros nubarrones que depara la vida), las palabras de aliento que sirven para que uno no caiga en la desesperación y el olvido. Si hay algo, grande en el ser humano, es la capacidad de ayudarse, de apiadarse, de levantar al caído.

Siempre me han importado, el saber de aquellos que te han brindado su amistad, sin contrapartidas, ni egoísmos, estar al tanto de sus de sus desvelos, de sus facultades y destrezas, incluso de sus formas de vida, creo sinceramente, que es la manera más clara para poder estimular, ayudar, y formar parte de sus inquietudes. Parece algo sencillo, pero en realidad, no deja de encerrar una profundidad y una complejidad insondable. Hay muchas personas, que por unas u otras causas se ven solas en momentos difíciles, o porque la vida te ha sido esquiva en determinados momentos, saber que a alguien le importa, lo que te está sucediendo. Sentir la amistad, es una alegría, para quien la práctica, como el que la recibe. Es, tal vez uno de los mayores sentimientos que puedan existir. Hay muchas personas solas, y sería estupendo que comprendieran que, un buen amigo es una fuente inagotable de ánimo, armonía y bienestar. Hacer un culto de la amistad es la obra más grande que puede emprender un hombre, sembrar, cultivar y dejar que florezcan miles de momentos mágicos.

Te mando un fuerte abrazo y un saludo desde el fondo de mi corazón, y espero que te haya gustado este artículo dedicado a tu amistad y, a tu reconocimiento de artesano vital.

Fermín González Salamancartvaldia.es (blog taurinerías)