Tiempo, sucesos, gastronomía, las noticias de cada día

Últimamente parece que la televisión no sale del bucle 'Tiempo-Sucesos-Gastronomía', temas que cada vez ocupan más tiempo en los telediarios y, ni que decir tiene, en los magacines de mañana o de tarde.

La ola de frío polar que ha invadido esta semana Europa se ha erigido en la gran protagonista de los noticiarios nacionales, ocupando un cuarto de hora largo, y a la típica referencia lógica sobre que va a hacer mal tiempo y no es aconsejable coger el coche en uno u otro lugar, se han sumado un sinfín de reportajes jalonados de reporteros pelaos de frío en diversos puertos de montaña que, rodeados de nieve, enfundados con un gorro y soltando vaho, simplemente han confirmado que, en efecto, hace frío en ese puerto ¡Oh, novedad! Por cierto ¿Tan noticiable es que haga frío en invierno?

A estos reportajes se han sumado los típicos vídeos caseros que adjunta el propio telediario para que, después de contarnos que en Murcia ha nevado, y de ver a un reportero con la nieve detrás confirmándolo, tengamos que ver los vídeos grabados con el móvil de varios murcianos diciendo que ha nevado.

Son momentos en los que uno se para a reflexionar y se siente hasta ofendido pensando que se dedique tanto tiempo a eso y nada a, por ejemplo, la precaria situación del hospital de Salamanca, donde hay lista de espera hasta para entrar en la propia lista de espera. Pero bueno, nos afecta mucho más al día a día ver cómo un murciano ve caer copos de nieve. Aunque como sigan así las listas de espera en el Clínico lo mismo acabamos yéndonos todos a Murcia a operarnos cuando nos toque, y tendremos que estar informados de cómo se las gasta el tiempo allí.

Y tras el tiempo, el telediario suele dedicar otro generoso bloque a los sucesos, como si fuese el antiguo periódico El Caso. Que si ha habido una reyerta en una discoteca, que si el balconing, que si Diana Quer, o que hay dos niñas pegándose en un colegio. A este respecto, sigo sin entender por qué se empeñan en poner las imágenes de las peleas de niños grabadas con móviles, pues cuando se trata de un chaval que recibe una paliza no creo que le haga especial ilusión verse en el telediario recibiendo golpes, por mucho que emborronen la imagen de la cara para que no se le reconozca fuera de su entorno.

Otra cosa es que los noticiarios denuncien este tipo de hechos, que me parece bien para intentar ponerles fin de una vez, pero denunciarlos y que salga un experto dando una valoración es muy diferente del sadismo que desprende tener que sacar sí o sí a alguien ejerciendo la violencia o siendo humillado ¡Como si no tuviese bastante el agredido con el calvario sufrido, como para que encima tenga que verse a nivel nacional! Este hecho, para más inri, provoca frecuentemente que el agresor saque pecho. Y a todo esto se suma la típica coletilla del presentador de "les advertimos de que las imágenes pueden herir la sensibilidad" ¡Pues no las pongáis, leñe!

Pero como después de todo, hay que despedirse con buen sabor de boca, los telediarios dan un giro y se ponen a hablar de la hoy omnipresente gastronomía. Debe ser que no se le dedica suficiente espacio en Top Chef, Pesadilla en la Cocina, o las mil versiones de Master Chef, que tenemos que tragarnos día sí día también la gastronomía cool en el telediario.

Y es que no hablamos de que se analicen los buenísimos productos que tenemos en el país, o de cómo cocinar un plato de diario a nivel usuario. No, para eso último ya estaba Arguiñano. Ahora el tiempo dedicado a la gastronomía trata de hacer platos de nombre indescifrable que no pasan de ser pijadas, porque esos microplatos de comida sofisticada quitan menos hambre que un guisante en ayuno.

Por ello, en ocasiones me paro a pensar y me digo a mí mismo ¿Por qué le están dando tanta cancha a la cocina moderna? Y la única respuesta que me viene a la cabeza es que, una vez que la mal llamada reconversión industrial dejó a este país huérfano de industria, la solución por la que se está optando, en lugar de reindustrializarnos, es derivar todo al sector servicios y el turismo. Así, para que los guiris puedan comer en plan Ferrán Adriá cuando vengan a tomar el sol (aunque estén en un chiringuito de Torrevieja), tenemos que ofrecerles unos platos de experto (eso sí, con salarios de miseria para quien los hace). Y el que no quiera ser camarero o cocinero ya sabe dónde está la puerta de salida del país.

En fin, me voy a ver la televisión un rato, que después de veinte minutos hablando del tiempo en el telediario (y del monográfico sobre deportes) van a hablar otro cuarto de hora del tiempo, y no me lo puedo perder, no vaya a ser que no me entere de que hace frío, al fin y al cabo de esas cosas uno no se entera cuando sale a la calle.