El tradicional mutismo navideño de Juan Vicente Herrera

Nada nuevo bajo la niebla que no cesa en la cuenca del Duero. Un año más, Juan Vicente Herrera ha sido uno de los pocos presidentes autonómicos, si es que no el único, que no ha dirigido un mensaje de fin de año a sus conciudadanos. Lejos del ánimo de "El topillo" reprocharle dicha omisión. Vista la retórica hueca de dichos mensajes y, lo que es peor, la palurda puesta en escena de los mismos, eso que nos ahorramos los castellanos y leoneses. Por ahí nada que alegar.

Asimismo, nada que reprochar que en esta ocasión el presidente de la Junta tampoco haya concedido esa declaración enlatada que el primer día de enero solía distribuir la agencia Europa Press, que de alguna manera paliaba el vacío mediático producido por la ausencia de mensaje presidencial de fin de año. Cuando no se tiene nada que decir, nada mejor que guardar silencio.

Cuestión distinta sería si estuviéramos ante uno de esos largos ataques de mutismo que de cuando en vez aquejan a nuestro presidente. Hubo un año que estuvo desde el 11 de diciembre hasta el 25 de enero sin decir ni pío (se inauguraba ese día el X Congreso regional de CC.OO. y Juanvi no podía hacerle a su amigo Gelo el feo de no asistir).

Pero afortunadamente no es el caso. Aunque no compareció ante la prensa, Herrera se reunió el martes 27 de diciembre con la vicepresidentaSoraya Sáez de Santamaría y se supone que el jueves 29 presidió el Consejo de Gobierno de la Junta que acordó prorrogar, de momento "sine die", los Presupuestos de la Comunidad. Y ese mismo jueves realizó una visita privada a la ciudad de León, donde, aparte del alcalde AntonioSilván, reside alguno de sus mejores amigos personales fuera de la política.

Es posible que sigamos algunos días más sin escuchar al presidente de la Junta, pero no serán muchos, ya que a la vuelta de la esquina está la Conferencia de Presidentes que, convocada por Mariano Rajoy, se celebra en el Senado el próximo día 17. Así pues, debo decir con alivio que esta vez el tradicional mutismo navideño de Juan Vicente Herrera no se prolongará más allá de lo que sus fieles seguidores estaríamos en condiciones de soportar.