Diario de un adolescente
Normalmente entre semana se levantan a las siete estudian formación profesional, ESO, Bachillerato o trabajan. Comen, tenemos una asamblea donde cada casa escuela tiene su representante y después por la tarde, hora y media de estudio y otra hora y media de circo, deporte o talleres y otra de tiempo libre que tienen que saber gestionar.
Los fines de semana, el sábado dos horas de estudio, talleres de cetrería, pintura, alfarería, yoga y por la tarde: deporte, tiempo libre y cine. Los domingos dos horas de estudio, piscina o rastro y por la tarde excursión y montar a caballo.
Vamos creando una rutina que nos facilite aprendizaje y disciplina para una futura emancipación e integración social. Esto se completa con viajes por Europa, escuela de cine o animación, cooperación al desarrollo en Marruecos, etc.
Esto se intenta mantener sobre viento y marea. Muchos momentos de crisis familiares, violencia, refugio en las drogas, fracasos escolares, soledades, miles de etiquetas y multitud de problemáticas. Pero aquí se sigue remando y remando.
Muchas historias de amor y hazañas heroicas en el día a día, proyectos sin fin y también cansancio.
Hoy hemos hablado con varias familias del sentido de la vida de sus adolescentes. Hemos analizado por qué merece la pena seguir viviendo cuando en bastantes ocasiones no han querido, hemos recordado los momentos de felicidad y las motivaciones de la misma.
Aquí desde la realidad misma de nuestros chicos, sin adornos, ni sentido religioso, sin eufemismos, ni demagogias, prima el amor y el desamor.
Tengo que reconocer que la diferencia de los integrados no está en la marca de la ropa, o en la tecnología del móvil, está en la capacidad para esforzarse en las horas de estudio o trabajo. Quien vence instintos primarios de aburrimiento y desconcentración y en momentos de depresión sigue el ritmo.
Está claro que el entretenimiento es mejor que la droga, la violencia y la prostitución, y que crear vicios sanos puede ser un principio, pero no buscamos esa caridad, sino la inversión en adolescentes muy válidos que aportan soluciones a la desigualdad e injusticia social.
Cada día lo vivimos como un triunfo y llevamos muchos días acumulados. Cada día resume una vida y alienta otra.
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