Deber y placer no son contrapuestos

Soy padre, docente y empresario. Educado con valores estrictos de cumplimiento del deber, del respeto a los demás y a sus sapiencias. Sufrí personalmente castigos físicos, imposición de ideas y empacamiento de propaganda del virtuosismo del momento (esto último poco ha cambiado). Y evidentemente no estoy en absoluto de acuerdo con aquellas formas, aunque por otra parte me enseñaron a ser un luchador, a valerme por mi mismo, a quitarme los miedos y las inseguridades, a ser independiente y buscar soluciones en vez de más problemas y, sobre todo, a exprimir la vida y lo que la rodea como si fuera la última inhalación de mi ser.

No obstante, si hablamos de la preparación en conocimientos que aportaba la Educación General Básica, que no quepa duda que es muy superior al actual. Vamos a despojarnos de la F.E.N (¿Saben lo que significa? y cosas similares que no nos dejan evolucionar; me refiero a la preparación estrictamente académica. Y cuando se habla de Educación, en general, no es conveniente coger el todo por la parte.

Nunca pude imaginar que alguien plantearía una huelga de negativa a realizar el trabajo de enriquecimiento cultural, personal y social de sus propios hijos. Realmente este país, España, mi país cada día es más esperpéntico y ridículo. La incultura ayudada por la "titulitis" vacua, por el exceso de "homo universalis" que abundan por cualquiera de las aceras y barras de bar, donde ya se ha dejado aparcado el mono tema del futbol para escalar a cuestiones más cultas y más estigmatizadas como la educación, la medicina e incluso en un momento dado, la física cuántica. No sé si somos incultos o simplemente bobos, pero ya nadie respeta la cualificación de nadie; así cualquier panadero, abogado o médico discute medidas pedagógicas que deberían dejar a los pedagogos y maestros, cualquier fontanero, economista o geólogo discute la medicación recetada por un doctor. Somos ridículos, paletos y como consecuencia de la ignorancia atrevida, somos prepotentes. Utilizamos los medios de comunicación, las RRSS y cualquier otra situación para asustar a los políticos de turno, que ante el miedo a perder su lustrado sillón, firman y consienten estupidez tras estupidez.

¿Cuántos de los que opinan o comparan, por ejemplo, con la Ley de Educación Finlandesa se han molestado en leer cualquiera de las dos? ¿Quizás con leer Wikipedia, o el articulo 22 de un blog personal y lastrado, o simplemente la marea de opiniones inconclusas que navegan tras cada noticia son suficiente para opinar de algo tan serio como la educación de nuestros hijos?

"La piedra angular del sistema de educación en Finlandia son sus profesores. Finlandia es un país donde ser profesor es tener una profesión respetada. Los finlandeses llaman kasvatus, la misma palabra que usan para nombrar a una madre que educa a un niño." Vamos, ¡como aquí!

"Por supuesto no todo son buenas notas, pero desde luego es importante una buena capacidad de comprensión del mundo y aprender a aprender y a resolver problemas tanto cotidianos como profesionales o académicos". ¿Les suena de algo?,¿dejan que sus hijos lo lleven a cabo? En nuestro sistema también lo proponemos, pero nuestra independencia es como la de Kunta-Kinte (se me nota la edad)

"El currículo comprende estudios obligatorios, especializados y aplicados. El bachillerato culmina en un examen (ylioppilastutkinto), que se realiza homogénea y simultáneamente en todo el país." En nuestra Ley para facilitarlo más y con ello ser más injusto se controla por autonomías y el nombre puede ser revalida, P.A,U o simplemente examen, ¡que más dá!

Los argumentos de esta estúpida (dicho sea con todo respeto) huelga son: que los deberes "invaden el tiempo de las familias" y "vulneran el derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales" recogido en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño. Y yo me pregunto:¿no es tiempo familiar inculcar a tu hijo el valor del trabajo y el cumplimiento de sus obligaciones convirtiéndote en su ejemplo? ¿No se puede considerar actividad cultural?

"En virtud de los derechos que me asisten, he priorizado las actividades familiares?" dicen en otra misiva. Y a mí me asalta otra pregunta ¿Es prioritaria la socialización de barra, el esparcimiento, la videoconsola (eso sí en familia) a la realización de las tareas encomendadas? Siguiendo esta idea de Perogrullo, cualquier cirujano que se le dilate una operación y le impida ser puntual a cualquier evento, ¿debería de coser al día siguiente?

Queremos compararnos con Finlandia, pero obviamos sus características geográficas, sociales, humanas, históricas, de hábitos de vida que son las que nos hacen ser tan diferentes. Seguimos siendo un país acomplejado que discute lo que haga falta al profesional. Donde papás "superchachiprogres" con modos paternales "flowerpower" quieren tiempo libre para que su vástago se conozca a sí mismo; vamos, por si un día ante el espejo no se reconoce, o algo así digo yo desde mi ignorancia reputada, ¿Y si se planteasen conocerse a sí mismos, o incluso plantearse cuales son los derechos y deberes, art. 27, que a cualquier padre nos marca la Constitución que nos guía?