Las familias, último colectivo en cruzar el Pórtico del Perdón para ganar el Jubileo
CIUDAD RODRIGO | La celebración se desarrolló con algo de 'prisa' ya que justo a continuación había un enlace matrimonial en la Catedral
La Diócesis de Ciudad Rodrigo celebró en la tarde del sábado el último de los Jubileos programados a nivel diocesano en el marco del Año Jubilar de la Misericordia que está viviendo la Iglesia Católica desde el pasado 8 de diciembre, cuando el Papa Francisco arrancó la conmemoración con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
A partir de ese momento, las Catedrales de todo el mundo están abriendo sus Puertas más solemnes para brindar a los fieles la posibilidad de ganar el Jubileo de la Misericordia (como símbolo de "querer entrar al misterio de la Misericordia de Dios"), que en la Diócesis Civitatense se ha conmemorado de forma especial organizando celebraciones por colectivos, así como en cada uno de los 7 arciprestazgos.
De este modo, desde el pasado mes de diciembre, se han celebrado los Jubileos de la Vida Consagrada, Jóvenes y Adolescentes, Cofradías y Hermandades, Enfermos, Laicos, Sacerdotes, Niños, Catequistas y Profesores de Religión, y de la Caridad y la Misericordia. En todos ellos se han desarrollado pequeñas peregrinaciones, cruzando en buena parte de las mismas el Pórtico del Perdón (otros como el Jubileo de los Enfermos tuvo otro escenario).
Los últimos en hacerlo en la tarde sabatina fueron las familias, cuyo Jubileo también comenzó en la Capilla Mayor del Seminario Diocesano. Allí, para abrir la sesión, tuvo lugar un acto especial en el que realizaron una serie de peticiones un matrimonio -alguno de ellos acompañado de sus hijos- de cada uno de los 7 arciprestazgos diocesanos.
A continuación, se desarrolló la peregrinación hasta la Catedral, que como en anteriores ocasiones, llamó la atención de los turistas que estaban por la Plazuela de Herrasti. Con esa peregrinación se quiere simbolizar que "el pueblo de Dios está en camino constante y que ese camino exige un compromiso y un sacrificio".
A la hora de llevar a cabo esa parte, desfiló en primer lugar una cruz y detrás el Evangelio (en este caso en manos de Antonio Risueño), como símbolo de que se quiere hacer visible "que Cristo es el que camina delante de su pueblo". A continuación, marcharon los fieles, más o menos ordenados por arciprestazgos, con los sacerdotes de sus zonas al lado.
Una vez alcanzaron el cercano Pórtico del Perdón de la Catedral, el Obispo Raúl Berzosa se encargó de abrir las puertas, para que fueran pasando los fieles, que fueron rociados asimismo con agua bendita. Como se puede ver en las imágenes, este Jubileo de las familias contó con una buena participación.
A modo de curiosidad, hay que apuntar que la celebración se desarrolló con cierta 'prisa', ya que justo a continuación la Catedral iba a acoger un enlace matrimonial. De hecho, nada más cruzar los fieles el Pórtico del Perdón, se empezó a extender una alfombra roja para esta boda.