1Foto: Una petición en beneficio de todos

Uno de los grandes males endémicos que afectan a los dos kilómetros de la muralla de Ciudad Rodrigo son los incontables excrementos de perro que se pueden encontrar a lo largo de la misma, acentuado en algunos tramos (por ejemplo entre la Puerta del Sol y San Pelayo).

Con el objetivo de intentar llegar a la conciencia de los dueños, y que éstos recojan esos excrementos, por algunos puntos de la muralla se han repartido (por iniciativa parece que de un particular) carteles como los que aparecen en las imágenes, donde se expone a los dueños que pueden pasear a sus mascotas, pero cumpliendo las normas.

En este sentido, en esos mismos carteles (que parecen un recorte de un periódico) se recuerda lo que se hizo en su día en el municipio madrileño de Brunete, donde aquellas personas que no recogían los excrementos de sus perros los recibían días después en sus casas tras ser recogidos por voluntarios.