La Operación Bocata cuelga el cartel de ‘todo vendido’

La Operación Bocata consiguió el objetivo marcado de superar la venta de los 1.300 bocadillos vendidos el pasado año. Tras agotarse los bocadillos en la plaza Mayor, la organización tuvo que preparar otros cien para satisfacer la demanda. El dinero recaudado se destinará a un proyecto educativo en Nicaragua.

Los bocadillos se comenzaron a repartir, al precio de 3 euros, en torno a la una de la tarde. A la plaza Mayor acudieron todo tipo de colectivos, desde plantillas de trabajadores del centro de la villa, a la tradicional visita de los estudiantes del instituto Vía de la Plata. No faltó la presencia institucional, con la práctica totalidad del equipo de gobierno con el alcalde, Julián Ramos, a la cabeza.

El cambio más importante de la presente edición fue que los alumnos del colegio Miguel de Cervantes recibieron en el propio centro los bocadillos y se los comieron durante el recreo a mediodía.

La organización vendió los 1.300 bocadillos preparados en torno a las dos y media de la tarde, y se tuvo que preparar otro centenar para llegar aproximadamente a los 1.400 bocatas que finalmente se repartieron durante toda la jornada.