Los ganaderos achacan al lobo la muerte de tres ovejas y cuatro heridas en La Vídola

Por ahora hace diez años que los ganaderos de La Vídola vivieron su gran pesadilla, un sueño del que creían haber despertado pero al que, sin embargo, han regresado. Este lunes, José Ángel Ramos volvía a ese mal sueño que tuvo en 2006, cuando su rebaño quedaba reducido en número después de sufrir varios ataques de lobo.

Hoy, tras finalizar el ordeño en la nave, se dirigía a la otra parcela donde pasta parte de su rebaño, y fue entonces cuando al ver en el cielo decenas de buitres se imaginó lo peor. Diez años después sus ojos volvían a contemplar la dantesca imagen de ver a varias de sus ovejas despedazadas. De las tres muertas, solo quedaban sus huesos, pues las carroñeras ya habían hecho su trabajo a las 11 de la mañana, y de las cuatro heridas, observaba sus gargantas quebradas por las mandíbulas del depredador.

Por el momento no se ha certificado el autor del ataque, pues hasta mañana no irá el agente de Medio Ambiente a examinar a las ovejas heridas, pero para los ganaderos que se concentraban en solidaridad con el damnificado, no hay duda alguna. Acostumbrados a ver en este tiempo la huella del cánido sobre su ganado, el autor del ataque no ofrece discusión después de observar los agujeros producidos por los caninos en las gargantas de sus presas.

Ante los constantes ataques y la ausencia de resultados, los ganaderos están al límite de la desesperación y la crispación, lo que puede desencadenar un nuevo acto de protesta y mucho más contundente que los realizados hasta ahora. "Tiempo al tiempo ", señalan.