‘Soloporteros en Salamanca’, una escuela para formar a guardametas

Hablamos con Miguel Marcos, entrenador y una de las caras visibles de 'Soloporteros en Salamanca'. Habla mucho, pero despacio; con el tono de voz apacible y sereno de quien mira de frente, siempre a los ojos. Habla, cuenta, se emociona, siente y trasmite, sobre todo tramite. Nos habla del mejor de sus proyectos, Lucía, la pequeña portera que ha encendido su deseo de entrenar a porteras, además de porteros.

Le pedimos que nos hable de la escuela de porteros para entender un poco mejor esta ilusión y su entusiasmo.

Hace un par de escasos años, Miguel, siendo entrenador de porteros en Cabrerizos, recibió un regalo de Navidad muy especial de una persona también muy especial para él. Se trataba de un DVD que recogía el trabajo de las escuelas de porteros pertenecientes a la franquicia nacional Soloporteros. Tras visualizarlo y entusiasmarse, y gracias a largas charlas y buenos e insistentes consejos, no dudó en tomar la decisión que hoy califica como una de las mejores de su vida. Con la inestimable ayuda de Héctor Escudero, también entrenador en Cabrerizos por entonces, elaboró un vídeo sobre su trabajo como entrenador y lo envió a la franquicia ofreciéndose a trabajar para ella en Salamanca.

Así, tras la respuesta positiva, nace Soloporteros Salamanca (dependiente empresarial y fiscalmente de Soloporteros Zaragoza) de la mano de Miguel, Julio Iglesias (que posteriormente abandonó la escuela para trabajar fuera de Salamanca) y Paco Soto como cofundadores. Actualmente, se ocupa de la Escuela junto con Paco Soto, entrenador y coordinador, y Cristian y Adrián también como entrenadores. Sin todos ellos, refiere Miguel, la escuela no sería posible; máxime si se tiene en cuenta el trabajo desinteresado de todos ellos que han decidido reinvertir la pequeña aportación que han recibido hasta la fecha en materiales de entrenamiento y grabación en beneficio de la Escuela.

Miguel, sólo tuvo una tristeza, despedirse de sus alumnos de Cabrerizos, con los que estaba terriblemente encariñado y a los que escribió, a modo de despedida, una entrañable carta, que incluía frases como "Cada día que jugábamos partidos el portero era el mejor y eso gracias a vosotros, entendisteis que vosotros sois los más importantes del equipo, un equipo puede jugar sin un delantero, un medio, un defensa, pero no sin portero."

Entusiasta del proyecto de Soloporteros, Miguel es entrenador también del Helmántico y de Ciudad Rodrigo. Nos explica que entrenar a porteros es su pasión, actividad a la que dedica un buen número de horas semanales.

La escuela Soloporteros en Salamanca, la más barata de España de las de la franquicia, se ofrece para niños, desde 6 años, hasta senior sin más límite de edad. Incorpora en la actualidad a 20 alumnos; todo un logro si pensamos en que el pasado curso no se pasó de diez matrículas por lo que, en un año, ha duplicado el número de alumnos. Los entrenamientos se llevan a cabo en los campos de la Federación, conocido como "Los Cuernos" y, al finalizar cada trimestre, los alumnos reciben una evaluación personal en relación con aspectos cognitivos, técnicos, tácticos y, cómo no, el respeto a entrenadores, compañeros y materiales comunes.

El método, nos cuenta, está basado en la conjunción de formación técnica, táctica y psicológica. Se trata de concienciar a estos pequeños de la trascendencia de la figura del portero en el campo de juego, como único jugador que visualiza todo el campo y las jugadas completas, de modo que puede convertirse el líder y director del partido si sabe hacer a sus compañeros las indicaciones pertinentes. Si a esto le unimos la formación psicológica que les permita sentirse motivados y soportar la presión, asumir los errores propios y comprender que no siempre encajar un gol es responsabilidad del portero, la formación que reciben éstos chicos es integral.

"Un portero actual tiene que saber leer las acciones", nos dice Miguel, debe saber posicionarse y tener decisión; no basta con controlar los balones aéreos y de concentrarse bajo los palos; es imprescindible jugar con el pie y tener una visión global de cada jugada. De ahí que, se graben todos los entrenamientos y se analicen para ver posibles errores, tanto de alumnos como de entrenadores, y corregirlos. A partir de las conclusiones, se prepara el siguiente entrenamiento. Se trata de un método analítico-global; repetir después hasta mecanizar para romper con la incertidumbre y trabajar la decisión. No hay que olvidar que lo más importante es que "hay que hacer pensar al portero", concluye Miguel.

Le pedimos que nos hable de Lucía, la encantadora, sonriente y pequeña portera que, con sólo nueve años, ya cuenta en su palmarés con un título de campeona regional de judo y que es un auténtico ejemplo de superación, de fortaleza física y mental. Su entusiasmo por el deporte la ha llevado también al fútbol y, en concreto, al equipo de Doñinos en el que juega, actualmente, como portera de benjamines.

Miguel nos comenta que junto con un amigo, entrenador y captador, y tras observar a varios equipos y porteros, ambos coincidieron en que Lucía destacaba particularmente por sus cualidades y potencial. Teniendo en cuenta que es su primer año como portera, y sin perjuicio de que necesite mejorar técnicamente, su decisión y coordinación bajo los palos llaman la atención.

Comenta Miguel, que es loable que los entrenadores de benjamines del CD Doñinos, Mikel y Jose Ángel, hayan sabido reconocer estas cualidades naturales de Lucía y la hayan colocado como portera, dado que, hasta la presente temporada, jugaba como defensa.

Tras contactar con sus padres, éstos estuvieron de acuerdo en matricularla en la escuela de porteros y en que la niña se forme de manera especializada como portera siempre y cuando la Escuela tenga en cuenta que sus prioridades para la niña son su formación personal y académica y no se magnifique su posible futuro profesional en el futbol para no coartar su desarrollo integral y personal.