Miserable menester el de escribir

No se me ha ocurrido a mi la frase. D. Miguel de Unamuno la escribió un día de aquellos, probablemente, en los que le dolía España en lo más profundo de su alma. A breves fechas de cumplirse el 79 aniversario de su muerte se me ocurre pensar qué tendría que decirnos certeramente a todos los españoles y, de manera especial, a cuatro que, como jinetes del Apocalipsis venidos a menos, están peleando y peleándose por un sillón que no merecen.

De unos ya conocemos sus andanzas. De otros nos las podemos imaginar, por el espejo en el que se miran. Ninguno ha sido capaz de abrir una pequeña rendija a la esperanza. Ocupados andan en formar parejas de hecho o matrimonios de conveniencia, pensando en sus propios intereses y ambiciones de poder, olvidando que España y los españoles son los que importan. ( Las españolas también, para los susceptibles de género ).

Los que se ganan la vida jugando a opinar ya han hecho todas las combinaciones posibles e imposibles, sin descanso mañana, tarde y noche desde hace una semana. Lo único que consiguen es sembrar desasosiego en el pueblo llano, que no merece soportar tanta incertidumbre.

España se merece un gobierno que sólo piense en España. Por lo que vamos observando, priman los intereses y ambiciones personales. La esperanza de que sean capaces de utilizar el sentido común, por encima de ideologías, de fobias, de odios y venganzas se esfuma.

Ninguno de los cuatro "cabezas de serie" debería ser Presidente: uno por lo que ha hecho (si hubiera sido más comunicativo estos cuatro años, a lo mejor habríamos entendido algunas decisiones ), los otros tres por incapaces, no han dado la talla en el "examen" y llegados al poder tampoco darían la talla requerida y lo que es peor: crearían alarma en los mercados y en los países comunitarios, de los que tenemos una gran dependencia. Con la crisis aún viva y latente, no nos podemos permitir un paso atrás, que sería letal.

Si de verdad les importa España, aparquen sus ambiciones, olviden su palabrería vana que no se la creen ni en su casa y busquen un opción que les obligue a todos a ser generosos. España es lo que es y tiene lo que tiene. No nos engañen con promesas que no pueden cumplir, si no es sangrando al contribuyente, al que dicen defender y devolverle derechos perdidos. Recuperen la decencia, el sentido común y el respeto por el pueblo, que para eso les hemos votado, unos con más acierto que otros, aunque todos equivocados vistas las velas que nos alumbran. Indaguen, busquen y admitan que sea presidente del Gobierno un independiente que les mete en cintura a todos y repártanse las carteras con criterios de eficacia y comprométanse por escrito a respetar el pacto que deben firmar. Para que España no pierda la senda del progreso y el prestigio de gran país que le corresponde y merece.