Ilusionistas de la información

Cuando a alguien le arrancan injustamente de su vida aquello que quiere tiene dos opciones, luchar o quedarse sentado esperando un salvador al que muchas veces aguardan miles de personas. Por no tirar la toalla, por no querer depender de nadie, por contar las cosas del día a día tuve la fortuna de encontrarme con un grupo de personas apasionadas por el periodismo de la ciudad de Salamanca y por el periodismo con olor a pueblo, a ciudadanos de primera a los que no todos los medios valoran de igual manera.

Hoy vuelvo a creer en el periodismo de personas que aman su tierra, que recorren cada rincón de Salamanca y de su comarca recopilando información y plasman en con la palabra y la fotografía lo que observan y viven. Personas a las que un día la crisis, el sistema actual, les arrebató su pasión, su profesión, su escritura y las imágenes que recogían a su alrededor, pero que nunca apagó sus ganas por continuar haciendo periodismo.

Comparto alegrías y momentos difíciles con jabatos del periodismo, esos que conocieron el periodismo añejo a los que no les importa escribir todos los días hasta altas horas de la madrugada después de haber pasado un día entero coleccionando información. Trabajo con ilusionistas de los medios de comunicación, a los que cualquier reto les parece viable. Convivo con los mejores gregarios que un periodista quiere tener, aquellos que le complementan y hacen que su trabajo parezca aún mejor.

Hoy, en la plenitud de la era de Internet y de las redes sociales, alabo el papel, reparto papel y vuelvo a escribir en papel, en SALAMANCA AL DÍA, que ha repartido 35.000 ejemplares de manera gratuita en Salamanca y provincia. Desde Alba de Tormes, doy la enhorabuena a todos mis compañeros, desde directivos a comerciales, desde redactores a fotógrafos y colaboradores. Por su trabajo, por su valor, por no amilanarse ante este proyecto y por emprender periodismo desde la sencillez y cercanía. Por hacer magia periodística en tiempos complicados...gracias.