El último Parlamento

Nuestras Cortes Generales, como las denomina la Constitución Española han sido disueltas y solo permanece como representante de la voluntad política del pueblo que vota a sus componentes lo que se denomina la Comisión Permanente.

Hace años que no hablo de política, pero siento que este hecho tan poco popular pasará a la historia, pues lo que ocurra a partir del 20 de diciembre es incierto si nos atenemos a los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas, en las que la sorpresa ha sido la emoción final triunfadora.

No volverán a ser las Cortes Generales lo que han sido desde su creación constitucional. Tengo la convicción de que nos enfrentamos a un nuevo período en el que la tónica será la diversidad. Frente a un parlamento bipartidista con excepciones, nos podemos encontrar en el futuro con un arco parlamentario multicolor.

"Desde la otra orilla" pretende siempre mirar y observar la realidad desde otro lado. Acostumbrados a la razón y la ideología en el análisis político hoy quiero introducir un elemento nuevo, el análisis emocional.

Resulta que algunos tienen miedo, miedo de lo que pueda pasar.

Algunos sienten ira y ganas de poder expresarla.

A quienes se sienten tristes por lo que está pasando.

Y quienes siento verdadero hartazgo ante la situación.

La sorpresa es la emoción dominante en el período electoral.

La alegría espera su turno para asignarse a unos o a otros dependiendo del resultado.

Ha perdido la seguridad, que no encuentra quien la acoja pues nadie está seguro de nada y la culpa, muy manida, va de unos a otros, como pelota de baloncesto.

Ante este panorama en el que el mundo político se ha convertido en el espejo de la vida emocional de la sociedad española nos podemos olvidar del Parlamento tal y como lo hemos visto hasta ahora.

"Inside Oup" fue la película de Walt Disney sobre las emociones y lamento que tal vez no la hayan visto todos los españoles. Tendríamos que aprender mucho de cuando las emociones entran en juego sin la madurez de la Inteligencia Emocional que preconizó Daniel Goleman. Y es que si hablas con cualquiera que esté interesado en las próximas elecciones podrás reconocer rápidamente la emoción dominante.

¿Qué nos espera? No pretendan que sea adivino, sencillamente siento el final y atisbo el principio, pero no sé cómo acabará la historia. Tan solo puedo ser responsable de mi propia actitud y puedo asegurar hoy que está compuesta de una serenidad expectante ante un apasionante futuro en el que la palabra crisis seguirá siendo la protagonista. Y para hablar de crisis quien mejor de ALBERT EINSTEIN:

"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo.

La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos.

La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura.

Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar "superado".

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones.

La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia.

El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo.

En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

El Parlamento ha muerto, ¡Viva el Parlamento!