‘La voz del retorno’, nuevo poemario del abulense Muñoz Quirós

Aunque abulense, lo cierto es que el poeta José María Muñoz Quirós (Ávila, 1957), está especialmente vinculado con Salamanca, pues aquí realizó sus estudios de Filología en la Universidad de Salamanca. Esta relación estrecha viene desde entonces, colaborando tanto en la Revista Álamo, décadas atrás, o desde hace una década, como miembro del Consejo Asesor de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos o jurado del Premio Internacional de Poesía 'Pilar Fernández Labrador'. Por todo ello, Muñoz Quirós quiso que fuera en Salamanca, donde también obtuvo el Premio de Poesía Ciudad de Salamanca, donde se presentara por vez primera su último libro 'La voz del retorno'. Fue el último acto de la reciente Feria del Libro, el pasado 17 de mayo. Y es que para él, "Salamanca es el escenario de mi juventud, la vida en un tiempo de rosas en el que el estudio y el despertar hacia un nuevo existir me enseñaron a caminar, a iniciarme en el difícil arte de vivir. Es para mí una ciudad de referencia y de cercanía, también el comienzo de mi vida profesional, lugar donde guardo memoria de un tiempo esencial, espacio de muchos de mis mejores momentos". Muñoz Quirós comentó en su presentación salmantina que este poemario "continúa una indagación que, en mis últimos libros, ha ido construyendo una mirada sobre el tiempo y las cosas, un estar en los pequeños signos de la existencia, ese tiempo que siempre nos devuelve al pasado, al exacto lugar desde el que nunca hemos querido alejarnos. Para mí la poesía es siempre un mirarse hacia adentro, una forma de conocimiento interior, un estar en el laberinto de nuestro vivir más verdadero, todo un paisaje de signos y de instantes reconstruidos en nuestra memoria".

El acto en Ávila será a las 19:30 horas, y en el mismo intervendrán el prologuista del poemario, Antonio Colinas, así como el editor Javier González Lamelas y Muñoz Quirós. La parte musical correrá a cargo de Terpsícore. A propósito del largo y profundo prólogo escrito en Salamanca por Antonio Colinas, aquí ofrecemos unos fragmentos para nuestros lectores: "?Esta maduración en el tiempo de la obra de Muñoz Quirós ha sido reconocida con significativos premios, pero yo quiero insistir en el manantial del origen, en la soledad desde la que fue creada, y en la que han influido factores muy concretos: el amor a la literatura desde su trabajo como profesor, su cercanía a actividades culturales, las profundas "raíces" de su ciudad natal, lo telúrico castellano, fenómenos como el de la mística, tan intrínsicamente fundidos con su territorio? A la vez, la poesía de Quirós iba creciendo desde esa soledad fecunda que sólo proporciona la provincia, la vida ajena a los circuitos literarios al uso. Lógico ha sido también que esos merecidos reconocimientos de que hablaba se hayan dado en los propios espacios donde el poeta vive y crea (Gredos, Salamanca, Burgos, Segovia), pero a la vez traspasando estas fronteras con reconocimientos en Madrid o Valencia. (?) ¿Qué símbolos son éstos? Algunos de ellos están presentes en la tradición poética universal, pero en Muñoz Quirós asoman por fidelidad a esas "raíces" telúricas de que hablaba. Así, por ejemplo, y sobre todos, los de la luz y la noche, pero también otros que remiten a lo más humilde lleno de significación (la piedra, tan presente en la geografía abulense, las estaciones del año más intensas (el otoño, el invierno), la niebla, la nieve, la tormenta. Hay, por tanto, una lectura predominantemente simbólica de la poesía de Muñoz Quirós; símbolos que suelen brotar de una naturaleza viva y no desde el simple paisajismo o lo rural. Como en los frutos literarios de su tierra, los frutos de sus poemas brotan de una hondura que atañe a lo esencial del ser, pero expresado a la vez con una gran naturalidad expresiva (?)".

UN POEMA DE 'LA VOZ DEL RETORNO'

Está cerca la noche

y cuando miro

apagarse los fuegos de la tarde

sobre la línea débil

del camino,

fuente de azules páramos,

encuentro en mí el vacío

abismado en lo oscuro, en la brumosa cima

que se alberga en los árboles,

que cuando brota es una nube

de semillas que escapan

y se alejan en un vuelo

encendido y extraño.

Fotografías de Jacqueline Alencar