Más de 4.600 mayores salmantinos son atendidos por Cruz Roja

Unos buscan compañía, no sentirse solos. Otros únicamente necesitan ayuda en momentos puntuales. Sin embargo, todos tienen una cosa en común: por nada del mundo renunciarían a vivir en sus hogares para instalarse en las residencias que pueblan la geografía salmantina. Ni por muy lujosas que sean. Aun así, mantienen los pies en la tierra y saben que algún día deberán dar ese paso. Pero mientras sus cuerpos aguanten no quieren perder la independencia, se niegan a que un tercero les imponga una rutina, gobierne sus vidas. Y para retrasar ese instante todo lo posible está Cruz Roja, que cuenta con el programa de atención a personas mayores. En Salamanca, 4690 usuarios se acogieron durante el primer semestre del año a la señalada iniciativa, que engloba tres servicios: la teleasistencia domiciliaria, la ayuda complementaria a domicilio y el centro de estancia diurna.

La teleasistencia domiciliaria está disponible todos los días del año. Las nuevas tecnologías juegan un papel relevante, ya que las personas que recurren al citado servicio permanecen conectadas a un terminal mediante dispositivos electrónicos. Cada usuario porta una pulsera con un botón y, cuando lo pulsa, contacta con Cruz Roja. Si la situación lo requiere, se acaban movilizando los recursos para atender las demandas de la persona que se comunica con la central. Una unidad acude a su domicilio y se interesa por su estado de salud. En los seis primeros meses de 2015, 3114 usuarios se beneficiaron de este servicio.

De las ayudas complementarias a domicilio se encargan los voluntarios. Cada una o dos semanas, según los casos, visitan a los mayores. Son personas que pasan solas muchas horas al día y necesitan compañía. Así consiguen dejar a un lado las preocupaciones, olvidarse de ellas durante un rato, y charlar sobre temas que invitan a recuperar el sentido del humor. A veces, tienen dificultades para realizar algunos trámites fuera de sus casas. Sobre todo los referentes a la Administración, con datos y términos complejos para muchos de ellos. Y por eso, cuando alguien lo solicita, un voluntario le acompaña y trata de solventarle el problema.

Para los jóvenes que optan por ayudar a las personas de edad avanzada es también una experiencia enriquecedora, ya que acaban adquiriendo múltiples conocimientos. En ocasiones, organizan actividades grupales. Según indica Javier Vicente de la Pompa, secretario provincial de Cruz Roja, 1486 usuarios se beneficiaron del servicio de ayuda complementaria a domicilio en el primer semestre del 2015.

El centro de estancia diurna atiende a personas mayores que acuden a él de lunes a viernes. Abre sus puertas de diez de la mañana a siete de la tarde y quienes van cada día pueden participar en distintas actividades. Además, por si alguno necesita cuidados específicos, hay médicos y fisioterapeutas. A tenor de lo que señala Javier Vicente, el centro de estancia diurna acogió a 90 personas de enero a junio de este año.

Por otra parte, Cruz Roja dispone de un servicio destinado a aquellos que después cuidarán a personas mayores que no se valen por sí mismas. "Les ofrecemos asesoramiento", afirma Javier Vicente. 16 usuarios recibieron orientación durante el primer semestre de 2015.