Ahora resulta que Felipe González sigue presente en las vidas de los salmantinos. Es una exageración claro, pero en 1995 apareció por primera vez en los Presupuestos del Estado dinero para realizar la obra conocida como Acceso Norte a Salamanca, el tramo de la N-630 entre el Estadio Helmántico y la Plaza de Toros de 2'4 kilómetros (desde entonces siempre aparece esa longitud), que suponían entonces una inversión de 500 millones de pesetas (ahora aproximadamente 3 millones de euros)
No es una obra con suerte. Al aparecer en los últimos presupuestos del gobierno Socialista de entonces, con el PP de Aznar no tuvo mucho recorrido. A este le dio por replantearse las obras y fraccionarlas. Así "conseguimos" la rotonda de la ahora denominada A-66 junto al vapuleado Barrio de Buenos Aires, al dividir en dos la circunvalación de la ciudad (con el correspondiente retraso en la ejecución de la obra). Dice el proyecto de presupuestos de 2016 que la van a remodelar (casi cuando finalice la próxima legislatura) En el caso que nos ocupa se "ordenaron" los accesos al Estadio Helmántico, unos 400 metros (que se supone que habría que restar a los 2'4 km). Aunque suene muy iluso, quizás se lo han pensado mejor y lo mantienen para plantar unos arbolitos en ese tramo, muy "paseado" por los salmantinos aunque en los meses calurosos no es muy atractivo.
Con Zapatero la mala suerte fue mayor, se adjudicó e inició la obra, pero al muy poco quebró la constructora. No voy a entrar en qué controles establece la administración para analizar la viabilidad de las propuestas de las empresas, pero no estuvimos muy afortunados dado que también quebró la adjudicataria del último tramo de la A-62 cerca de Portugal. Hubo tiempo para reaccionar pero sorprendentemente (crisis mediante) todo se quedó parado. Y llegamos a Rajoy, que hace tiempo incluye pequeñas partidas en los Presupuestos relacionadas con esta obra, cuya utilidad no entiendo. Se supone que el proyecto existe desde los 90, e incluso hubo obras no hace tanto, aunque sea preciso actualizarlo parece que necesitan demasiado tiempo.
Pero lo mejor de todo es que el presupuesto real está en 2018. ¿Estamos ante un nuevo espantajo electoral? Montoro anda estos días muy ufano diciendo que bajará el IVA, que él subió, tras las elecciones. Olvidando, claro está, que los servicios públicos se financian con los impuestos de los ciudadanos, en general de la menguante clase media y los que menos tienen. A lo mejor nos quieren decir que si no ganan ellos las elecciones, ese tramo mantendrá su negra historia y no lo veremos nunca (como la bajada del IVA). De todas formas las partidas tampoco son muy fiables, cambian de unos años para otros como se puede ver en presupuestos anteriores.
Del acceso sur de esa misma N-630 no parece que podamos tener muchas esperanzas de que algún día tenga un mejor aspecto, e incluso permita llegar andando o en bici con seguridad hasta el Montalvo II. Nunca aparece en los Presupuestos del Estado. A finales del 2010 Salvador Cruz informaba de negociaciones con el Ministerio, y hablaba de financiación estatal en 2012-13. De aquello nunca más se supo, como del proyecto municipal que existía a principios de los 2000.
Salamanca no puede decir que haya tenido mucha suerte con respecto a los accesos y tramos urbanos de las carreteras a la ciudad, sobre todo si lo comparamos con otras ciudades de nuestro entorno. Los de la Junta son directamente impresentables, y el Estado parece tener una especial ojeriza a la N-630. Y cuando se hacen cosas se suele sobrevalorar la importancia del coche, y no incorporan carriles bici o zonas de paseo agradables (o sea, con vegetación y sombra) para viandantes cuando resulta evidente que es una costumbre que hace años que se practica. Veremos.
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