La fraternidad de Santo Domingo de Salamanca, de convivencia en Zamora con la Familia Dominicana

La fraternidad de Santo Domingo de Salamanca, ha tenido un día de convivencia con la familia dominicana de Zamora. Un grupo amplio de Salamanca se reunieron en las fiestas de Zamora en el convento de las Madres Dominicas Dueñas. Uno de los conventos más antiguos de España, el tercero que funda en nuestro territorio Santo Domingo, después del de Madrid y Careluega.

A pesar del calor, paseamos por los lugares más emblemáticos de Zamora y comimos juntos y por la tarde compartimos canciones y conversación con las hermanas Dominicas, desde cuándo se fundó el convento, pasando por la disputa de la trucha o el milagro de las formas consagradas que conservan en el convento.

El convento se llama de Santa María la Real de las Dueñas de la Orden de Predicadores de Zamora, se remonta a mediados del siglo XII, donde fue beaterio de las Dueñas o señoras que buscaban refugio, esposas e hijas, cuando los caballeros salían a la guerra. A mediados del siglo XIII, pasará a ser fundación dominicana. El convento actual se remonta al siglo XIV, situado en las afueras de Zamora, saliendo del puente de piedra a orillas del río Duero en la parroquia de San Frontis. Era un lugar de posadas, donde se descansaba antes de entrar en la ciudad amurallada. Muchos conventos de monjas dominicas se fundaron como filiación de este convento de Zamora, como San Cebrián de Mazote, Santa María Real de las Dueñas de Medina del Campo o el de Santa María de las Dueñas de Salamanca.

En el convento conservan algunas reliquias importantes, huesos de Santo Domingo y de Santa Rosa de Lima, así como el bastón y un peine del fundador de la Orden. Pero una de las cosas más destacadas es una pequeña escultura de Santo Domingo del siglo XIV, que es una de las mejores representaciones en nuestro país. Después de la Eucaristía nos detuvimos a contemplar la Iglesia del convento, repleta de una simbología dominicana, la virgen del Rosario, Santo Domingo, Santo Tomás, San Martín de Porres, San Vicente Ferrer, etc.

En el convento las hermanas dominicas, mantienen vivo el espíritu de Santo Domingo, son una parte de la Orden de Predicadores y ayuda necesaria para la vida espiritual y el ministerio de los frailes. Dedicadas al servicio divino, en oración continua y una vida austera de renuncia con plena madurez y libertad. Su oración es contemplativa, pero según el carisma de la Orden, también es apostólica. Las monjas predicadoras, sin abandonar el claustro, cooperan de manera propia al ministerio de los frailes, invocando la iluminación Espíritu Santo para que los predicadores.

Pero el tercer pilar de la Orden de predicadores, son los laicos. Su presencia temprana dentro de la orden fue una novedad dentro de la Iglesia, pero Zamora tiene un significado especial para los laicos dominicos. El Maestro de la Orden, Munio de Zamora realizó la primera regla en vida para los laicos en el año 1285, pocos años después de la fundación de la Orden. Es este aspecto, los laicos no fueron sólo destinatarios de la predicación, muy pronto se convirtieron en parte activa de la misma. Todavía hoy sigue activa esa fraternidad de Zamora, que mantiene unos lazos muy estrechos con la de Salamanca, participando conjuntamente en reuniones y acontecimientos como las jornadas sobre la Conversión o el Perdón.

Por la tarde celebramos todos, frailes, monjas y laicos de la familia dominicana una Eucaristía, donde una de las hermanas, María Fructuosa, OP, realizó la promesa por un año en una ceremonia emotiva. La profesión solemne de una monja dominica lleva un periodo de formación y noviciado de dos años y al menos cuatro de votos temporales. Desde que Santo Domingo fundó la Orden en Prulla con las primeras monjas dominicas, quiso que recibieran la inspiración de su vocación en la Palabra de Dios, después les dio las observancias de la vida monástica. Finalmente, asoció a las monjas a su "santa predicación" y las formó cuidadosamente en el espíritu y misión de la Orden.

Finalmente probamos los maravillosos dulces que realizan en el convento, que tienen fama de ser los mejores de todos los conventos dominicanos de España. Los dulces forman parte del arte y la tradición del convento, amarguillos, almendrados, bocaditos de ángel, delicias de yema, roscas fritas, aceitadas, pero entro todos debemos de destacar las deliciosas rosquillas de almendra, o rosquillas de ángel, sublimes al paladar y uno de los mejores dulces que he probado con diferencia. Crujientes por fuera, tiernas por dentro y con un suave toque a limón. Me di cuenta, que al probarlas por primera vez, no podía parar.

Terminada la jornada, volvimos a Salamanca con el recuerdo y la paz de una convivencia de hermandad. No sin reunirnos para preparar la reunión de los promotores internacionales de las fraternidades laicales de la Orden dominicana, que será en el convento de San Esteban a mediados de Julio. Bienvenidos.

Juan Antonio Mateos Pérez

Área Socio ? Religiosa de SalamancaRTV al DÍA