Carta a los vecinos de Fernando Sánchez Tendero

Ante la polémica surgida estos días por la decisión comunicada a las Asociaciones de Vecinos de Las Canteras y Santa Ana de que deben dejar de usar la planta baja del Centro Parroquial de El Salvador como sede, el antiguo párroco, Fernando Sánchez Tendero, ha decidido remitir esta carta pública dirigida a los vecinos:

Perdonad que utilice este medio para manifestar mi descontento y mi tristeza ante todo lo que está ocurriendo en el entorno de los barrios que conforman la parroquia El Salvador. Quiero a esa parroquia, que es la gente que la forma y quiero a la gente de esos barrios, y me duele leer muchas de las cosas escritas, sobre todo los insultos o palabras innecesarias, las mentiras y las verdades a medias. Lo hago también porque mi nombre aparece en algunos de los comentarios y lo siento, pero no puedo permanecer callado ni escondido bajo el anonimato para expresar lo que llevo dentro: dolor.

Creo que es bueno tener claras algunas cosas y contrastar todas las partes.

Alguna puntualización. No todo el que vive en un determinado barrio tiene que ser miembro de una comunidad parroquial; uno puede ser Testigo de Jehová o de otra religión o vivir por convicción al margen de la Iglesia. Pero eso sí, si manifestamos no querer nada con la Iglesia, que lo hagamos con todas la consecuencias y en todas las ocasiones. Tampoco todo el que vive en un barrio tiene por qué pertenecer a una asociación de vecinos. El asociacionismo es libre y se puede estar de acuerdo o no con un grupo determinado de personas. También es bueno recordar que la Parroquia El Salvador tiene una demarcación más amplia que la zona que "determina" a las Asociaciones de Vecinos de Las Canteras y Santa Ana. Y por último, una cosa son los planteamientos pastorales de la Diócesis, los cuales todos los feligreses deberían conocer y otra cosa es lo que a uno a veces le apetece que se tendría que hacer, pero no porque esté convencido de ello, sino porque le viene bien en un determinado momento o porque le gustaría que fuera así.

Hoy vivimos en esta tierra una realidad religiosa diferente y tenemos que trabajar en una pastoral de conjunto y desde unas líneas que ayuden a la Evangelización. Gratamente me alegra el saber que la parroquia de El Salvador sea prácticamente la única que sigue creciendo en asistencia y compromiso cada día. Un indicador para pensar que el párroco y el resto de los miembros de la comunidad parroquial no lo estarán haciendo tan mal.

La Iglesia está y debe estar abierta a todos, vengan de donde vengan y vayamos donde vayamos. Quien se siente miembro de una comunidad parroquial no puede sentir extraño a nadie. ¿Acaso todos los que viven en Ciudad Rodrigo son realmente mirobrigenses? ¿No hay muchas personas viviendo ahora en esta ciudad que han sido emigrantes? Si no somos capaces de acoger a todos, sean curas, médicos, albañiles, barrenderos..., no somos parte de la Iglesia de Jesucristo. El ser distintos, el pensar de diferente manera, el tener una determinada creencia o ideología, no puede ser una barrera para la convivencia, el respeto, la tolerancia y la coherencia.

He escuchado a varias personas del barrio de Las Canteras, y están confundidas y mal informadas. Nadie va a echar a los feligreses de su parroquia como nadie los ha echado anteriormente. Nadie echa a ningún grupo del Centro Parroquial, como nadie los ha echado antes. Creo que el comunicado de la Diócesis lo manifiesta con toda claridad. Lo que no se puede es sacar una frase de contexto y utilizarla de manera inadecuada y partidista. Sinceramente, no creo que haya ninguna diferencia de contexto entre lo que dice el comunicado de la Diócesis, lo que ha dicho Chema y lo que siempre dijimos en su día Andrés y yo. Además, las comparaciones no son buenas. Cada uno somos diferentes, nos aceptamos como somos, trabajamos unidos y en lo esencial vamos en la misma dirección. Ni Andrés es mejor o peor que Fernando y que Chema, ni Fernando es mejor o peor que Andrés y que Chema y ni Chema es mejor o peor que Andrés y que Fernando. Somos diferentes, pero hemos sabido trabajar juntos y con gozo. Por ello, no vale eso de: "Yo soy de Andrés, yo de Chema, yo de Fernando". No, de quien tenemos que ser es de la Comunidad Cristiana y, sobre todo, del Señor. Los demás estamos de paso y al servicio de la comunidad cristiana.

Termino manifestando que he dudado en enviar lo que he escrito. A veces uno, leyendo los comentarios que siguen aflorando y viendo cómo en muchos de ellos siguen apareciendo palabras que sobran, pues separan más que unen, creo que no merece la pena. Pero ahí va. Es posible que también, quien en un momento te aplaudía ahora te abuchee, pero he de ser coherente con lo que pienso y con lo que conozco.

Por favor, creo que es posible el diálogo respetuoso y en igualdad de condiciones; es posible el respeto y tolerancia; es posible convivir todos en un mismo barrio, en una misma ciudad, y sin acritud.

Un cordial saludo.

Fernando Sánchez Tendero