La Borriquilla procesiona en compañía de cientos de mirobrigenses

La Cofradía de Jesús Amigo de los Niños llevó a cabo en la mañana del Domingo de Ramos su tradicional desfile procesional desde el Arrabal del Puente hasta el centro histórico de la ciudad. En una mañana soleada y con buena temperatura, aunque no en exceso (soplaba una ligera brisa), cientos de mirobrigenses acompañaron a La Borriquilla en su recorrido por las calles mirobrigenses.

La mañana comenzaba en la Parroquia de Santa Marina con la misa de cofrades. Mientras esta eucaristía estaba en su tramo final, los ritmos semanasanteros empezaban a sonar en la calle de la mano de la Banda de Tambores de la Cofradía de la Santa Cruz, que bajó en comitiva hasta el Arrabal.

Concluida la misa, fueron saliendo del templo los fieles, portando el clásico laurel que se reparte el Domingo de Ramos, o bien las palmas que portaron los niños que participaron en la procesión. Como viene ocurriendo en los últimos años, el número de niños participantes fue bajo (unos 30 en medio de la comitiva, junto a otro puñado portando banderas, farolas y tirando del paso).

La mayoría de niños fueron vigilados de cerca por sus padres, yendo detrás de ellos la imagen de La Borriquilla, que tras pasar por el Puente Mayor, tomó la calle Nogales Delicado en dirección al centro histórico. Como es habitual, a la hora de pasar por la Puerta de La Colada, fue necesario detener la procesión para retirar la palma que luce el paso de La Borriquilla, que fue colocada de nuevo nada más pasar el punto más estrecho de la Puerta.

La comitiva continuó por la calle Colada en dirección a la Plaza Mayor, donde esperaban cientos de mirobrigenses. En el momento de entrar en la Plaza la procesión, ya estaba hablando desde la balconada del Ayuntamiento el Obispo de la Diócesis Raúl Berzosa, que dirigió unas palabras a todos los niños mirobrigenses.

Una vez la procesión entró íntegramente en la Plaza, subieron hasta la balconada del Ayuntamiento el párroco de Santa Marina y capellán de la Cofradía, Domingo Peinado, junto a varios pequeños cofrades, que leyeron una serie de peticiones.

Concluidas las intervenciones ?que incluyeron varios cánticos-, la procesión continuó por la calle San Juan, para tomar las calles Velayos, Colegios y Sánchez Arjona, y regresar de nuevo a la Plaza Mayor, en este caso para cruzarla en dirección a Julián Sánchez. Tras pasar por Cardenal Pacheco, se alcanzó la Catedral.

En un primer momento, La Borriquilla fue llevada hasta la Plazuela de Herrasti, para realizar la clásica foto de familia de los participantes en la procesión. Tras la foto, la imagen de La Borriquilla fue introducida por la Puerta de Las Cadenas en la Catedral, donde estará hasta la tarde del Viernes Santo.