Naturaleza arribeña

Así comienza la Oda I, Vida Retirada, de Fray Luis de León. ¡Quién diría que en pleno siglo XVI, este gran poeta, humanista, religioso Agustino y Maestro en nuestra 'Alma Mater' Salmantina ?por cierto, también perseguido, pues estuvo un periodo en la cárcel de Valladolid por su versión sobre el famoso Cantar de los Cantares?, recurriera al alejamiento de los tugurios urbanos para relajar su cuerpo y su espíritu, en una sociedad como la renacentista en la que, al menos el ruido físico provocado por las personas, los vehículos y carruajes sería infinitamente menor al que tenemos en la actualidad!

Lógicamente, ese 'mundanal ruido' ha de interpretarse también como el hartazgo que produce la insoportable y vulgar cotidianidad, las injusticias sociales, la ignominiosa Inquisición que perseguía a todos cuantos pensaran de otra manera a la oficial o practicaran una vida 'impía' o 'lujuriosa' que se saliera de los cánones católicos tradicionales o las consecuencias de las restricciones impuestas por Felipe II en el Edicto que desterraba a las rameras al otro lado de la ciudad salmantina, impidiendo que ejercieran durante el tiempo de la Cuaresma.

En la sociedad actual, el ruido físico es infinitamente mayor que entonces y el psicológico ?que provocan las incomprensiones cotidianas con sus fobias y sus filias, la obsesión por el poder y el dinero, la corrupción política y económica?, es aún mayor, a pesar de que hoy contamos con una cohesión social mejor articulada como consecuencia del imperio normativo edificado sobre los pilares de los derechos humanos, los tratados internacionales y las constituciones políticas que avalan a los estados democráticos de derecho.

Lo que hoy quiero, desde este espacio de reflexión, es ofrecer alternativas saludables para alejarnos ?al menos transitoriamente? de la inmundicia que vomita desasosiego y amargura. Y nada mejor que sumergirnos en los serpenteados senderos que transitan por el paisaje más hermoso, donde se respira el aire más puro, se descarga mejor la adrenalina y se toca el cielo con la yema de los dedos.

Me refiero a la participación en la XX Ruta de Senderismo 'Arribes del Duero', que se celebrará en la localidad de Mieza, mi pueblo, este domingo 22 de marzo. El ayuntamiento ofrece una de las actividades más completas para conocer las entrañas de nuestra tierra, las tradiciones y costumbres más arraigadas, la rica gastronomía, el folklore más autóctono y el carácter abierto y hospitalario de sus gentes. Este año caminaremos por la senda de 'El Villar', desde donde divisaremos los pueblos portugueses de Lagoaça y Fornos, descenderemos hacia la 'Trapalosa' entre olivos centenarios, peñascos, almendros, chumberas y el bosque de almez más importante de Europa ?al menos eso dicen los botánicos?. Continuaremos por los caminos de 'la manga' y de 'el cachón', cruzaremos arroyos y cascadas y llegaremos al fin a nuestro destino: El 'Colagón del Tío Paco' y el Mirador de 'La Code'.

Allí almorzaremos todos juntos en armonía productos típicos de la tierra y beberemos los mejores caldos de las cepas arribeñas. Música y baile para culminar la jornada antes de regresar a nuestros aposentos, colmados de paz y sosiego que nos permita afrontar la vorágine cotidiana en las mejores condiciones posibles.

Estoy seguro que recordando la Oda XXIII de Fray Luis, 'A la salida de la cárcel', comprenderemos mejor lo que significa alejarse del 'mundanal ruido'.