De lápices y justicia

Desde que Gabriel Celaya declarara que "la poesía es un arma cargada de futuro", hemos de entender que los instrumentos que la producen, desde los más complejos y sutiles como son los sentimientos, a los más formales y externos como puedan ser el bolígrafo, el lápiz o el teclado de la máquina de escribir (objetos de puro y entrañable recuerdo) o del ordenador con sus mecanismos de impresión, son partes importantes de ese arma cargada de futuro. No en vano, nuestras retinas se llenaron de imágenes en las que un simple lapicero, fue escogido como el icono para protestar por la barbarie perpetrada por el fundamentalismo islámico contra el periódico francés "Charli Hebdo", hace poco más de un mes en París. Las imágenes de protesta de multitudes de gentes con un lápiz en la mano, dieron la vuelta al mundo entero. Con esa sencilla imagen se decía mucho: protesta, reivindicación, hastío, ansias de libertad...

No ha pasado ni un mes, cuando Manos Unidad sale a la palestra pública con su nuevo lema y su nuevo cartel. Otro lapicero. Apuntando al sur. Preguntando -como si de uno de esos famosos "retos" a los que estamos comenzando a acostumbrarnos en los últimos tiempos por las redes sociales se tratara, ¿te apuntas? No olvidemos: la punta mirando al Sur. Es muy elocuente: ¿Te apuntas al Sur? ¿Te apuntas a mirar tú también con tu vida al Sur? Hay que hilar fino. Para eso está el sacapuntas. No se trata sin más de luchar contra la pobreza en sus efectos. Nos lo dicen por activa y por pasiva: el meollo está en las causas que la producen. Eso es apunar bien al Sur. No es cuestión de mandar dinero para dar pan para hoy, porque eso garantiza el hambre del mañana. No. Borrar la pobreza es borrar las causas de insolidaridad, injusticia y capitalismo salvaje que permite que unos pocos vivamos a tope y unos muchos se ahoguen en la sed y se templen de pasar calamidades.

Pues eso. A coger el lápiz y a escribir una nueva historia de justicia y solidaridad. Y a escribirla de las mil maneras posibles, en el papel y sobre todo en la vida, con cualquier cualidad dentro del amplísimo campo de los saberes y de las habilidades. Todo vale para sembrar conciencia y para usar ese lápiz para apuntar hacia los caminos de la justicia.

Pequeños ensayos y acicates de toda esta propuesta de vida son las acciones a las que nos invita a "apuntarnos" Manos Unidas: la oración, la Eucaristía, la colecta, el concierto, el bocata, el abrazo? Los universitarios estamos llamados a participar con especial entusiasmo en todas estas acciones. Pero no lo olvidemos: no son más que pequeños recuerdos en el marco de una campaña que pretende incidir en la vida diaria, en el por qué de las cuestiones más básicas y sencillas del cada día: ¿por qué estudio?, ¿para qué estudio?, ¿para quiénes estudio?... Que no se nos olvide ni apuntarnos, ni apuntar al Sur.

Policarpo Diaz

Delegado Diocesano de Pastoral Universitaria y Capellán Upsa