Centinelas de la mañana

Esta frase salió de nuestros labios muchas veces durante el sábado noche, en las calles frías pero concurridas de Valladolid. Hubo respuestas varias pero a las dos de la madrugada de ese sábado, en la Iglesia de la Vera Cruz, había más de sesenta jóvenes adorando al Santísimo expuesto.

Barcelona. Valencia. Burgos. Santiago. Valladolid. Astorga. Y fuera de España, Italia, Francia. No es un movimiento, no es una congregación. Pero crece y crece. Se llama Centinelas de la Mañana y es un modo de llevar a cabo la principal función de la Iglesia en esta tierra, la evangelización. En este caso concreto, la actividad del sábado se llama Una Luz en la Noche (hay más actividades como el café teológico, cenas alpha...). Organizada por y para jóvenes. Jóvenes que provienen cada uno de su parroquia, de su grupo. Jóvenes que evangelizan a jóvenes, en la calle. De forma directa y clara, sin rodeos. También sin presión, dejando libertad de decisión. Y siempre con una sonrisa, expresando que nos sentimos amados por Dios y que a Él le debemos todo.

Se busca ser capaces de hablar del Señor con naturalidad y con personas de nuestra misma edad. Ser centinelas. Centinelas de la Mañana. Juan Pablo II nos lo dijo: "En el corazón de la noche podemos sentir temor e inseguridad, esperando sólo con impaciencia la llegada de la luz de la aurora. Queridos jóvenes, ¡a vosotros os corresponde ser los centinelas de la mañana (cf. Is 21, 11-12) que anuncian la llegada del sol que es Cristo resucitado!". Y el Padre Andrea Brugnoli buscó una forma de concretar esto.

Algunos jóvenes de Salamanca queremos traer esta forma de Nueva Evangelización a las calles de Salamanca, a sus iglesias, a sus gentes, a nuestra diócesis, a nuestra realidad. Esperamos poder compartir contigo esta experiencia de misión, de salir de nuestros rincones cómodos, de encontrarte con el hermano y de que tu corazón se llene de gozo al hablarle de Dios, en medio de la noche charra, con alegría y con sencillez, dejando que Su luz brille a través de ti y llegue a quien te vea y te escuche.

Te esperamos, no te lo pierdas. Vale la pena.

Lucía Ruiz, desde la Pastoral Universitaria de Salamanca