San Sebastián procesiona acelerado en una jornada fría y desapacible

El patrón de Ciudad Rodrigo, San Sebastián, procesionó en la mañana del martes por las calles mirobrigenses en una jornada muy fría y desapacible. Las nubes no dejaron ni un resquicio a los rayos del sol, e incluso, ante el temor de que la lluvia pudiera llegar a aparecer ?lo hizo justo al acabar la mañana- San Sebastián procesionó acelerado, tanto que los feligreses de la Parroquia de San Cristóbal se quedaron sin recibir la Comunión en la misa que allí se estaba celebrando a la espera de la llegada de la procesión.

La mañana -en la que también cayeron unos copos de nieve- comenzó en la calle Madrid, en la casa de José Manuel Martín Calvarro, uno de los cuatro mayordomos de San Sebastián de este año junto a Fernando Díez Caridad, Argimiro Hernández Honorato y Adolfo Domínguez Perrino.

Desde ahí se dirigieron a la Plaza Mayor para recoger en el Ayuntamiento a los 10 miembros de la Corporación Municipal (del total de 17) asistentes a los actos ?Javier Iglesias, Marcelino Cordero, Enrique Cencerrado, Rosa Esquivel, Adoración Cañamero, Pedro Muñoz, Ignacio Hernández, Arantxa Lerones, José Prieto y Gisela García-. Asimismo, también se recogió a los responsables de la Policía Local y de la Guardia Civil de Ciudad Rodrigo.

Todos juntos se dirigieron a la Catedral, donde el Obispo Raúl Berzosa presidió la Solemne Misa en honor a San Sebastián. Su homilía de este año tuvo una visión continental, realizando una disertación sobre Europa a partir del discurso que el Papa Francisco pronunció en el Parlamento Europeo el pasado mes de noviembre.

Concluida la misa ?que contó con la participación del Coro de San Andrés-, llegó la hora de la procesión, siendo los Bomberos de Ciudad Rodrigo los encargados de sacar la imagen de la Catedral, y de portarla durante buena parte del recorrido ?hubo otros momentos en que portaron las andas cofrades de San Sebastián-.

La comitiva procesional se abría con tres monaguillos, seguidos de tres tamborileros tocando el clásico Ya me lo suben, ya me lo bajan. Tras el pendón de la Cofradía, marchaban los mayordomos, dos monaguillos portando el incienso, y una niña vestida de charra. Tras ellos, la imagen de San Sebastián, seguida del Vicario de la Diócesis, Tomás Muñoz, portando la Reliquia de San Sebastián, y acompañado del Obispo Raúl Berzosa y de uno de los miembros del Cabildo Catedralicio, Nicolás Martín Matías.

A continuación, procesionaron los maceros, la Corporación y los miembros de la Policía Local y de la Guardia Civil, cerrando la comitiva la Banda Municipal de Música, que interpretó el Himno de España a la salida de la imagen del Santo de la Catedral.

Como hechos destacados de la procesión, a la entrada a la Plaza Mayor sonó el Reloj Suelto ?la última vez que lo hará antes del Viernes de Carnaval-, en la calle Madrid el Santo se giró a la altura del domicilio del mayordomo José Manuel Martín Calvarro ?donde lucía la bandera de España- y a la altura de la bóveda del Registro hubo una guerra de anises en la que participaron varios miembros de la Corporación. Incluso uno de ellos, José Prieto, le llevó unos cuantos al Obispo Raúl Berzosa por si quería participar en los lanzamientos.

La principal anécdota de la procesión estuvo en su llegada. Como es habitual, la Banda interpretó el Himno de España, justo antes de que San Sebastián empezara a ser introducido en el templo. Sin embargo, hubo que detener esta operación ya que en la Parroquia de San Cristóbal todavía estaban en plena misa. Siguiendo las referencias horarias de otros años, se había programado una misa para las 12.20 horas, para que su finalización coincidiera con la llegada de San Sebastián. Debido al riesgo de lluvia, la procesión fue acelerada, y al llegar al templo no había finalizado la misa, que acabó deprisa y corriendo y sin impartir la Comunión.

Para entretener la espera a la puerta, el Obispo Raúl Berzosa propuso ?y así se hizo- que los que quisieran fueran besando la reliquia de San Sebastián a las puertas de la Iglesia. Una vez concluyó la misa, los Bomberos introdujeron en el interior del templo a San Sebastián. El Obispo impartió la bendición y lanzó unos vivas, mientras el Coro de la Parroquia cantaba, y Tomás Muñoz daba a besar la reliquia a los que no lo habían hecho.

A partir de ese momento, tocó deshacer el camino andado. Sin romper la comitiva, todos los presentes se dirigieron a la Catedral, para dejar allí a Tomás Muñoz Porras y Nicolás Martín Matías. A continuación, fue turno de despedir al Obispo a las puertas del Palacio Episcopal. Berzosa deseó que el año que viene todos los presentes puedan volver a asistir a la procesión. Esta parte se cerró con Vivas al Obispo, e incluso con un Viva al Alcalde.

Desde ahí la comitiva se dirigió hacia la Plaza Mayor, donde en primer lugar el director de la Banda de Música, Manuel Pérez de Burgos, se despidió de los mayordomos, el presidente de la Cofradía, Alipio Carlos Martín, y de las autoridades. A continuación, los mayordomos y el presidente de la Cofradía se despidieron de las autoridades a la par que la Banda de Música interpretaba el habitual Forastero.

El último destino fueron las puertas del domicilio de José Manuel Martín Calvarro. Allí, todos los cofrades que lo desearon se despidieron de los mayordomos, aunque fue una despedida 'breve', ya que la mayoría se volvió a reunir unos minutos después para disfrutar de un convite en el Centro Cultural y Recreativo El Porvenir.

El último acto del Día de San Sebastián será un concierto de la Rondalla Tres Columnas a las 20.30 horas en el Teatro Nuevo Fernando Arrabal. Durante el mismo, la Rondalla presentará el nuevo disco que ha editado.