Formas de diversión

Como educadores hace años cuando era más joven y salíamos a bailar con los chicos y chicas yo entendía que asumíamos una gran responsabilidad, había que demostrar que lo podíamos pasar en grande sanamente sin beber y sin drogas. Abrir esa alternativa a jóvenes que no la habían practicado era un gran logro educativo. Por eso seguimos invirtiendo en crear vicios sanos y a ser posible baratos, la montaña, el deporte o cosas tan sencillas como ir al cine pueden tener su trascendencia.

La fiesta, el tiempo libre, en nuestro ámbito es un concepto con un excesivo riesgo. Nuestros chicos o nuestros niños con una afectividad muchas veces rota, cuando salen a divertirse dependen sin querer de una evasión que les proporcionan fácil, los adultos les proporcionan drogas con demasiada impunidad y ellos se dejan llevar por la más desesperada afrontación de una vida de abandono.

Vivo de la palabra y cada vez me cuesta más decir algo que se salga de lo obvio. Qué fácil es juzgar, qué fácil hacer diagnósticos, qué fácil tener buenos propósitos y qué difícil encontrar los "cómos".

En muchos ámbitos las personas relevantes para el cambio porque llegan a mucha gente son inversamente incompetentes porque están acomodados en una burbuja al margen de una mayoría. Pero en todos los cargos tenemos un grado de incompetencia al no saber disfrutar de los destinatarios de nuestras responsabilidades.

Cada vez valoro más la risa, la diversión, el sentido del humor y sin embargo no encuentro personas con facilidad para reírse y hacer reír a los demás. Los profesionales de la risa también han creado un gremio que se hacen gracia entre ellos pero como a los maestros les falta el " feed back" del público adolescente y no culpar al público de la sinrisa y de incultura que es la justificación del artista sin autocrítica.

Sería una buena terapia reírnos mucho estos días, hay que buscar la verdadera diversión de reírnos con los otros, de sorprendernos con nuestras respectivas chispas vitales. La simbiosis y las sinergias positivas nacen de relaciones espontáneas donde unos a otros nos damos la oportunidad de ser nosotros mismos con un ápice de autenticidad y singularidad.

Nos empeñamos o se empeñan en globalizar incluso nuestros gustos, en base al consumo o razones abstractas macroeconómicas, clonar gustos o risas no es divertido, por lo menos a mí no me divierte, me divierto sin proponérmelo cuando descubro a alguien con quien estar mutuamente a gusto sin haberlo organizado, el don de la espontaneidad es motivo de diversión cuando se superan los miedos a hacer el ridículo o a que alguien te juzgue.