La ciudad rendida

Si la feria de día en tiempo de ferias es un disparate donde se lucran sobre todo unos cuantos por encima de

todos los demás, la nochevieja universitaria es lo mismo pero elevado a la enésima potencia y se corre el riesgo de crear una fiesta monstruo en la que no importa la diversión, sino el dinero que deja a algunos empresarios irresponsables en perfecta armonía con unas instituciones -subdelegación del gobierno y ayuntamiento- que ponen a su servicio cientos de agentes y servicios de limpieza amén de docenas de voluntarios, para que les toque la lotería a los empresarios del ocio antes del sorteo.

Los jóvenes desde siempre han tenido ganas de franquear el solsticio de invierno con una especie de fiesta iniciática en la que dar rienda suelta a sus deseos más primarios, ahí tenemos las fiestas rayanas en las que en

los próximos días se dan cita las costumbres más ancestrales que podamos imaginar a pesar de la incursión en ellas de la Iglesia Católica para minimizar su marcado paganismo, los Carochos en Riofrío de Aliste (Zamora) y el Jarramplas en Piornal (Cáceres) son algunos ejemplos de estas fiestas en las que los excesos de los jóvenes tienen una raíz innegable en el rito iniciático. Lo que en Salamanca empezó como una diversión de unos compañeros de facultad, ha terminado en manos de las multinacionales del alcohol, bebidas espirituosas y compañías de telecomunicaciones con el resultado de un ruido tan ensordecedor que los que tienen la suerte de trabajar al día siguiente no lo pueden soportar, toneladas de basura por doquier, orines en rincones y portales y una veintena intoxicaciones etílicas, hacen que miles de salmantinos no le vean la gracia, ya que no participan de las ganancias que dicen reportar a la ciudad. Da la sensación de que quien manda no es la corporación elegida, sino unos empresarios que nadie ha elegido y que imponen su voluntad, vaya Ud. a saber de qué manera.

Un asco, mire Ud. una tomadura de pelo insolidaria con los que no tienen ni para una copa de vino estas navidades, con la cantidad de alcohol que se derrochó el jueves por la noche, y una despreocupación casi absoluta por la puesta en marcha, en el mismo día, de una ley de seguridad ciudadana "ley mordaza", que dicen que va arreglar todo aquello que tiene que ver con el comportamiento ciudadano en las calles y plazas de este país, paradojas de la vida.

"La ley mordaza me la suda, yo soy fascista y esto (una botella de alcohol) es lo único que me importa, tengo

dinero, mi familia siempre lo ha tenido y tú, ¡viejo!, vete a la cama que es donde tienes que estar. ¡¡Arriba España!! ¡¡Viva Franco!!" me espetó un chaval rodeado de niñas cuando después de hacerles una foto, requerida por ellos, me preguntaron que de qué medio era y qué iba a decir de la fiesta estudiantil. Es obvio que le dije lo que pensaba sin tapujos.

Para él y para todos los que siguieron las directrices que marcan la imposición de las multinacionales les dejo el siguiente link, aunque no sirva de mucho y Salamanca la vayan destruyendo poco a poco, mientras la convierten en un parque temático de juerga continua habitada casi exclusivamente por "viejos" como yo, y más. Insisto, una pena, así no conseguiremos nunca un turismo de excelencia.

Vea, a continuación, un consejo para que la juventud no malgaste su tiempo en banalidades como la NU, nochevieja universitaria.

https://www.youtube.com/watch?v=7MGAmxeJjTY