El Ayuntamiento, galardonado por el programa 'Educación de calle' para prevenir las...

El Ayuntamiento de Salamanca ha recibido este miércoles uno de los premios de la V Convocatoria de Buenas Prácticas en Drogodependencias en al ámbito local que convoca anualmente la Federación Regional de Municipios y Provincias (FEMP).

La convocatoria, que celebra este año su quinta edición, pretende poner en valor las mejores experiencias desarrolladas a nivel local en los diversos ámbitos de actuación en materia de drogodependencias: escolar, familiar, comunitaria e innovación tecnológica.

Este año ha sido trece los ayuntamientos premiados en un total de seis categorías, siendo el Ayuntamiento de Salamanca el único galardonado en el área de "Innovación Tecnológica y Otras Áreas de Prevención".

La concejala de Salud Pública, María José Fresnadillo, ha sido la encargada de recoger el premio por el nuevo sistema de evaluación del programa de Educación de Calle, que se desarrolla en ocho zonas de acción social de la ciudad.

En concreto, el objetivo de este sistema es, por un lado, tener un instrumento común que mida y evalúe la evolución de los menores que forman parte del programa municipal ?en 2013 se llegó aproximadamente a 1.500 seguimientos? y sus familias, favoreciendo así la coordinación entre los agentes sociales implicados con estos niños y adolescentes.

Por otro lado, y como objetivo fundamental, se pretende crear un instrumento de medida dinámico con el que poder evaluar el programa y poder reformular objetivos y metas de forma cada vez más ágil, ya que los perfiles de las personas usuarias de estos servicios, cada vez son más cambiantes y se debe dar respuesta a esta variabilidad.

La concejala de Salud Pública ha subrayado la excelente labor realizada por los técnicos municipales, y ha destacado que el jurado instó al Ayuntamiento a que los responsables de esta iniciativa formen a técnicos de otras entidades locales para que puedan reproducir el programa en otras provincias.

El programa de 'Educación de Calle' enfoca su labor en recuperar la calle como espacio de socialización. La acción del educador de calle se dirige a todos los niños, adolescentes y adultos, especialmente a los que se encuentren en situación de desventaja social. Su función es ser un mediador entre la comunidad y la persona.

Surgió a partir del análisis de la realidad de la ciudad y la sociedad, del cual se desprendía que, cada vez un grupo mayor de personas, preferentemente niños adolescentes y jóvenes, iban perdiendo relación con el sistema de socialización normalizado.

Ante esta realidad, el Ayuntamiento vio necesaria la elaboración de proyectos educativos que en su acción cotidiana pudieran recuperar la calle como lugar de convivencia y encuentro saludable y desterrar la falta de referentes positivos, que pueden hacer que este espacio socializador se convierta en desintegrador y foco de exclusión social.