Día grande en el Seminario en honor al patrón

El Seminario Diocesano de San Cayetano de Ciudad Rodrigo vivió en la mañana del jueves uno de sus momentos más importantes del año con motivo de la festividad de su patrón, San Cayetano, cuyos actos conmemorativos habían arrancado en la tarde del miércoles.

El primer acto de la mañana del jueves fue una eucaristía presidida por el Obispo de la Diócesis, Raúl Berzosa, que se desarrolló como es tradicional en la Capilla Mayor del Seminario, con la variación de que hasta el próximo 8 de diciembre ese espacio acoge la exposición 'San Francisco'.

Concluida la Eucaristía, todos los presentes subieron al salón de actos del edificio para, en primer lugar, conocer el estudio que se ha realizado sobre la actividad académica del Seminario Diocesano de San Cayetano en el período comprendido entre 1796 y 1864.

Según explicó Juan José Carreto, profesor del centro que ha participado en ese estudio, se ha creado una base de datos donde se pueden consultar los datos de los 1.005 alumnos que pasaron por el Seminario durante ese período de tiempo ?hay que apuntar que el Seminario no tuvo clases de 1809 a 1816 debido a la Guerra de la Independencia-.

A la hora de la consulta de la base de datos, se puede clasificar a los alumnos por los estudios que realizaban, o por su régimen, dividiéndose los alumnos en colegiales numerarios, colegiales pensionistas, pajes del Ilustrísimo Obispo o fámulos ?criados de otros alumnos-, entre otras categorías.

Concluida la presentación, tuvo lugar una mesa redonda con la participación de los sacerdotes Nicolás Martín Matías, Ángel Olivera Miguel, Andrés Bajo Boada, José Manuel Carballo y Carlos López Miguel, quienes fueron todos ellos profesores del Seminario. Según indicó el rector Juan Carlos Sánchez, el acto quería ser un "reconocimiento a todos los profesores porque sin ellos el Seminario no tendría futuro". Durante el acto, cada uno de los participantes en la mesa redonda explicó distintos aspectos de sus vivencias en el centro.

Posteriormente, alumnos, profesores, formadores y otros sacerdotes disfrutaron de una comida de confraternización.