¿Quién soy?

Estimado lector si usted me conoce seguro que lo será por mi profesión, salvo que sea pariente o amigo. Conocernos mediante lo que hacemos es la costumbre ancestral y el hábito adquirido: Eres lo que haces. Desde esta creencia generalizada yo sería hasta hace unos años Abogado y desde hace unos años algunos no saben a lo que realmente me dedico pues hace un tiempo emprendí una nueva etapa profesional. Para quienes me conocen el juicio y la creencia de quien soy se enfrenta ahora a lo que en estos momentos estén pensando y sintiendo de lo que aparento ser ahora mismo.

Pero si usted no me conoce de nada y no ha oído hablar de mí, que será lo más probable, entonces puedo empezar de cero con usted y decirle que soy en estos momentos quien en su mente le habla según lee. Por mi foto ya se habrá hecho una idea e incluso habrá emitido un juicio sobre mi cara y gesto con los ojos cerrados. Una vez haya leído mi nombre y lo que debajo pone de él pone se habrán generado exclamaciones y preguntas que intenta descubrir quién soy. Se ha desencadenado lo que se llama la curiosidad acompañada de algún gesto de indiferencia, agrado o desagrado, sorpresa, ira o tristeza?

En cualquiera de los dos casos, es decir, si me conoce de antes, o me acaba de conocer, la mente de usted estará elucubrando, juzgando, analizando y provocando sentimientos. Todo lo que le esté ocurriendo a usted en estos momentos solo lo genera usted.

Dicen que tenemos 18 segundos para causar una primera impresión y no existe una segunda oportunidad de causar una primera impresión. Esta primera impresión que toda persona o acontecimiento impronta en nuestras memorias y recuerdos son determinantes. Y aprender de su funcionamiento nos permite evitar lo que se llama "PREJUICIOS" o prejuzgar de manera automática. Este mecanismo automatizado del cerebro hace de las personas un juicio. Es decir, yo en estos momentos soy para usted el juicio que usted de manera automatizada ha realizado y si se ancla con fuerza en su mente, seré en un futuro o para siempre, esa primera impresión que le he causado.

Somos para los demás los juicios que se emiten al conocernos. Por eso nuestros mayores siempre decían: "Hay que causar una buena impresión".

El ¿quién soy? se presenta así como la aventura de intentar conocer todos los "soy" generados en la cabeza de cada una de las personas que nos conocen. Esta actividad, es decir, intentar conocer todo lo que los demás piensan de nosotros es agotadora y esteril en muchas ocasiones. Lo más productivo es saber ¿Quién soy?

Todos cuantos cuidan su imagen pública o quienes se dedican a cuidar de la imagen pública de los que quieren cuidar su imagen (Asesores de Imagen) están muy pendientes de ese "Quien soy" que quieren trasmitir a la opinión pública.

¿Y usted?, ¿quién es?.

Comenzaré presentándome pues pasaré por aquí una vez a la semana: En estos momentos soy padre de dos hijas, esposo y emprendedor de varios proyectos de vida. En otras épocas de mi vida no ha sido así y lo único que permanece desde que nací es mi capacidad de observar y tomar consciencia de lo que hay, una veces con mayor presencia y otras sin ninguna presencia, es decir, unas veces perdido en fantasías, sueños, deseos, frustraciones, rencores, fracasos y éxitos pasados y otras más pendiente de lo que ocurre ahora, en el presente, lo que se llama "vivir el ahora".

"Desde la otra orilla" es el título que he elegido para esta "habitación" donde nos encontraremos cada vez que usted quiera entrar a leer y lo que mis palabras le provoquen será lo que tenga que ser y que no tiene porque ser lo que yo pretenda que sea. "Desde la otra orilla" pretende traer todas las semanas un enfoque de la vida desde la "perspectiva transpersonal" (pedazo palabro), y que no es otra que la que corresponde a lo que realmente somos frente a la que creemos que somos. La personalidad sería la percepción de lo que somos. La Educación Transpersonal nos ayuda a comprender lo que realmente somos y se esconde detrás de nuestra personalidad. El Coach en Educación Transpersonal nos acompaña en el viaje de conocer lo que realmente somos. Esa búsqueda está en nuestro interior y de ahí que tenga en la foto los ojos cerrados.

En el Templo de Delfos existía una inscripción que decía: "Conócete a ti mismo." Y en ese camino llevo unos años, conociéndome, pues yo era para mí mismo un perfecto desconocido y cuando me he comenzado a conocer me he empezado a querer y ahora tengo una alta autoestima gracias a un duro y disciplinado entrenamiento mental, corporal y emocional. Pero el truco del almendruco en mi vida es bien sencillo y es que creo profundamente y tengo pruebas fehacientes de que Dios me ama y como dice Teresa, mi Teresa de Alba, de Avila y de todo: "Solo Dios basta."

Que pases un buen día y SIEMPRE ADELANTE.