Las extrañas obras públicas de Salamanca. La utilidad del AVE

Estamos inmersos en el proceso de información pública del "Estudio de Impacto Ambiental Complementario de la electrificación de la línea Medina del Campo-Fuentes de Oñoro, tramo Salamanca-Fuentes de Oñoro". También, paradójicamente, en el desmantelamiento de la línea férrea de la Vía de la Plata, enterrando así la posibilidad de recuperar de verdad al ferrocarril como elemento vertebrador del territorio español. Y no me olvido de la "monumental" y abandonada línea BIC de La Fuente de San Esteban-Barca d'Alva, aunque sus posibilidades para el turismo no signifiquen nada para autoridades y demás personajes notables de la provincia, en cambio felicitar al colectivo Tod@via por su impagable actividad para mantenerla con dignidad.

Llama la atención el tortuoso camino burocrático de una obra pública relacionada con Salamanca, da igual el partido que gobierne en España. Esa electrificación es un acuerdo de la Cumbre Hispano-Portuguesa de Octubre de 2002, y no estará lista hasta acabar 2017. En la A-62 todavía falta un tramo de 5 kilómetros, que necesitará nada menos que 4 años de obras para finalizar en 2018. Por no hablar del tramo de la N-630 entre el Estadio Helmántico y la Plaza de Toros, que apareció por primera vez en los Presupuestos del Estado allá por 1995 y sigue sin finalizar; aunque es algo más que la necesaria mejora del acceso sur de esa misma carretera que no está en mente de nadie. Y puesto a señalar hechos sorprendentes, no olvidemos la rotonda que tiene la A-66 en Buenos Aires. Y la Junta también nos regala su incompetencia con los continuos retrasos en el inicio de las obras del Hospital.

La línea Medina del Campo-Fuentes de Oñoro está preparada para velocidades de 200 km/h desde hace más de 25 años, que sólo se consiguen con trenes eléctricos. Por ello electrificar la vía férrea es una magnífica idea, además de conectarnos con Europa, aunque lamentablemente se ha olvidado la iniciativa de tiempos de Felipe González de cambiar el ancho de vía actual por el europeo. Más si formara parte de una apuesta por el ferrocarril como columna vertebral del sistema de transporte, y de un plan de autoabastecimiento energético (sí, hablo de Zapatero y las energías renovables). Mejorar la seguridad duplicando la vía también parece estar en el olvido. Es curioso que todo esto no provoque que las fuerzas vivas de la ciudad monten una plataforma reivindicativa como la de la Autovía a Madrid, especialmente si además se abandona la actual línea a Madrid por Ávila desviando su tráfico por Medina.

Ya que hablamos de ferrocarril, hace unos días manifestó el presidente de Adif todo esto en un desayuno de trabajo (el entrecomillado y negrita es del diario digital Voz Populi): "Una red de alta velocidad como la actual con 24 millones de usuarios al año, como tuvimos en 2013, no es sostenible, no tiene ni pies ni cabeza"; "vamos a tener que echar mucha imaginación para hacer rentable la inversión en ferrocarril"; "En Alemania hay 160 millones de usuarios de alta velocidad; en Francia, 120 millones y en España tan sólo 24 millones", y eso que las redes de esos países son más pequeñas que la española. Durante años colectivos como Ecologistas en Acción avisaron de ello, señalando el abandono del resto de la red que traslada muchos más viajeros (en 2013 viajaron por ferrocarril 565 millones personas según el INE), y se les calificaba de opositores al progreso (curioso progreso que ha sido caldo de cultivo de corrupción). ¿Cuántos kilómetros de la red, ahora llamada convencional, se hubieran podido modernizar, electrificar o reabrir con los 47.000 millones de Euros (por si alguno todavía se empeña en pensar en pesetas, casi 8 billones) de inversión en Alta Velocidad realizada hasta el momento? Viva el progreso a la española.