Oscuros intereses...

Es fácil apuntarse a la corriente pseudoprogresista como algún premio Nobel afirmando que la Historia no está escrita. Pensar que las revoluciones o los acontecimientos pasan porque sí es una utopía.

Muchos pensadores más que analistas sabemos lo fácil que es para cualquier potencia generar corrientes de opinión. Si China hace unos años fue capaz de paralizar Internet tres veces durante 15 minutos, porqué no podemos afirmar que cualquier potencia o país puede generar a través de Facebook, Twitter, Lindkedin, etc, perfiles falsos e infiltrar convocatorias, opiniones y generar malestar o conformismo, además de puntualizar e investigar individuos o ciudadanos a través de los que canalizar tendencias, y de forma muy barata, totalmente gratis. Desde cualquier servidor se puede convocar convocatorias en que el receptor piensa que son otros como él los que convocan y no gobiernos, o grupos de presión, incluso terroristas.

Porqué no suponer que algún movimiento integrista o extremista está o estuvo detrás de las revueltas del hambre de Oriente Próximo o de las actuales del Sur de Rusia. Hoy se podría pensar que si estos movimientos se acabaran uniendo podrían formar una potencia mundial difícil de parar. El Islam de corte extremista podría formar de nuevo un país desde Marruecos hasta Pakistán, pasando por Irak, Irán y Afganistán, haciendo desaparecer a Israel y plantando cara a Occidente con el potencial nuclear de Pakistán y el incipiente de Irán. La mayoría de los políticos y muchos de los falsos progresistas occidentales, que se pasean en 'mercedes' y tienen chacha de quieto sudamericana o filipina, en ocasiones pagadas en B, se toman la Historia y los acontecimientos como un juego. Pensar que unas sociedades donde la religión recorta más derechos que la democracia, y lo religioso es capaz de impartir justicia aparte de la civil, y con unas estructuras mentales en que hombres y mujeres van por distinto lado alcanzarán la democracia de hoy para mañana es soñar. Tampoco lo es en países donde la religión estuvo apartada durante años y los valores sociales como el respeto a la vida están en entredicho.

¿Quién sabe lo que es la democracia en los miles de kilómetros cuadrados de desierto de Oriente próximo y medio, y que interés tiene la misma para nadie en países del mismo corte? Allí el único interés es que exista la ley y el orden, es decir, un Ejército que les proteja. El desierto es un medio hostil donde cualquiera puede desaparecer tragado por la arena o los bandidos. En Siria más de lo mismo. En cuanto a Ucrania no podemos creernos en dueños de la verdad, la vida y las ideas en el sur de Rusia donde son muy diferentes a las que estamos acostumbrados.

Los medios de comunicación, como siempre, pecan de la falta de categoría de muchos de sus analistas, en la mayoría jóvenes, que no han vivido las convulsiones del siglo XX, las más terroríficas de la humanidad, donde se ha visto que la maldad humana no tiene límites.

Cualquier presidente de los EEUU republicano no habría tolerado la caída de Mubarak, ni apoyado a los rebeldes sirios, y habría dejado hacer a Putín en el sur de Rusia. En cuanto al papel de Europa en el mundo mejor no pensar. Nos empeñamos en eternizar conflictos que no van a ningún lado, y que no generan riqueza, ya que sólo traen miseria y destrucción, la cual durará muchos años. Siendo el final de esos países ser presos de otros intereses en ocasiones mucho peores. El futuro es oscuro para Occidente en estos momentos, ya que se le abre otro frente. Si la inestabilidad y tensión en el Medio y Lejano Oriente es constante e importante, con guerras mal cerradas en Irak y Afganistán que siguen sin solución, sólo le faltaba a Occidente reabrir el frente de Oriente Próximo y sur de Rusia, de donde provienen la mayoría de los combustibles fósiles que consumimos. Sin olvidar la gran tensión existente en el mar de la China de la que los analistas de andar por casa parece que no son conscientes.

Las revueltas del y a causa del hambre van a ir a más, en todo el mundo, y quién sepa hacer suyo ese descontento provocará una crisis mundial de consecuencias desconocidas hasta la fecha. España está a pie de obra a pocos kilómetros de esos países como quién dice a tiro de misil. Seamos prudentes y ojalá que nuestros gobiernos recapaciten ayuden a esos pueblos a estabilizarse socialmente con ayudas reales e inmediatas, no con bombas, y ayuden políticamente a reconducir esos descontentos generados seguramente por oscuros intereses.