Animal de cinco vocales

Entre la lista de animales malditos que estoy recorriendo destacan los murciélagos. Y su mala fama viene por la asociación, muy reciente, con los vampiros. Tan reciente es la asociación que apenas tiene dos siglos, de la época del romanticismo, y fue la famosa novela "Drácula de Bram Stoker" la que unió para siempre la figura del murciélago a los vampiros. A ello se sumó, años después la inestimable ayuda del cine ¿cómo olvidar tantas películas clásicas del cine de terror donde el vampiro, tras saciar su apetito en la garganta de la doncella, se convierte en murciélago y sale volando de la habitación? Le ha salido caro a estos mamíferos voladores esta asociación, pero ¿por qué ellos?

Quizá tenga que ver con su vida nocturna, pues los vampiros temen la luz del sol, ya que terminarán convertidos en ceniza si reciben los rayos del astro rey. La capacidad de cazar en la oscuridad se creía que era porque poseían poderes sobrenaturales, pues se pensaba que eran completamente ciegos (murciélago proviene del latín mus, ratón, y caeculus, que significa ciego), con lo que la asociación con seres maléficos era "inevitable". A ello hay que sumarle que, al igual que los vampiros, se creía que todos los murciélagos se alimentaban con sangre.

Unas leyendas y supersticiones que han llevado a la persecución y exterminio de ellos, por lo que la población de estos pequeños voladores se ha reducido extraordinariamente: de las 1.100 especies identificadas, 53 se encuentran en peligro de extinción y 25 en estado crítico, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN. Y, de nuevo, estamos hablando de eslabones vitales en la cadena de los ecosistemas: su alimentación se basa en insectos, flores y granos, por lo que sirven para polinizar, ayudan a erradicar plagas y mantienen el equilibrio de insectos.

Otrora malditos, ha llegado el tiempo de reivindicar su enorme aportación al medio ambiente. En un momento donde los ciclos naturales están rotos, no es demasiado inteligente apartar a este pequeño gran aliado. La construcción y distribución de cajas-percha por nuestros campos puede ser un primer paso, y el mundo rural sería el primero que debería moverse. En la Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos, SECEMU, podemos ver cómo construir cajas-percha, adaptadas a las diferentes especies que pueblan nuestros cielos nocturnos.