Melilla: y la frontera de las concertinas

El buen tiempo y la mar en calma, hace que una vez más, en toda Europa proliferen los cayucos arribando a todas nuestras costas; a nosotros, como siempre, está oleada nos afecta por donde naturalmente se debería entrar con todo el orden y rigor que marcan los tratados internacionales, que para eso así se han establecido, "las fronteras" en forma de Aduanas.

Pero en este caso, no es así, muerte y violencia a un drama humanitario que difícil solución tiene, si no somos capaces de arrimar todos el hombro.

Los de dentro, porque de ello hacemos batalla política, y así azuzan aún más, a toda la ciudadanía contra el gobierno de turno, a sabiendas que cuando gobernaban los otros, así lo hacían y también pedían sentido de estado, y así se asumía.

Y nuestros vecinos del sur, que nunca han actuado, para prevenir e impedir estos movimientos migratorios, en forma de hacinamientos en el monte Gurugú, para el asalto de la valla, y así cumplir con el sueño europeo, al cruzar de una manera irregular la frontera, y de esta manera intentar sobrevivir, a la miseria o a las guerras de sus países.

Declaraciones irresponsables en este caso, de la oposición, cuando el debate se abre en los medios de comunicación, sobre el uso de las concertinas, y que ellos mismos aplicaban los mismos métodos, que realmente siempre han sido polémicos.

Pero en todo esto debemos ser responsables, para prevenir y tomar las medidas necesarias para atajar lo más evidente de todo ello, el drama humanitario, y la lucha contra las mafias que trafican con todos y cada uno de los inmigrantes, saqueando sus escasos recursos económicos, sea de donde sea el origen de estos inmigrantes.

La forma de proteger nuestras fronteras con Marruecos siempre ha sido un problema, y un quebradero de cabeza, para los gobernantes de turno, pero estos días hemos visto, las batallas que ha habido en las propias concertinas de Melilla con la Guardia Civil, doce guardias civiles heridos, me han dejado atónito las imágenes de como prendían ropa para arrojársela a los integrantes de la benemérita, estrategia vista en situaciones similares, para garantizarse la permanencia en nuestro país, aunque sea temporalmente.

Desde esta pequeña tribuna me gustaría pedir, respeto, responsabilidad tanto para políticos, como para las ONG,s para el trabajo y labor que desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado, tarea difícil, para garantizar la integridad, incluso con el riesgo de estos, de perder la vida en el mar, en acciones humanitarias, claramente de alago, trabajo correcto, profesional, y lo proporcional, y adecuado, en algo que se empeña en ser muy difícil de afrontar y atender.

La emigración debe de ser, y en esto quiero parafrasear a nuestro presidente del Gobierno, porque me parecen sus declaraciones, más que certeras... " La emigración debe de ser una opción, no una obligación de supervivencia".

Y ese debe de ser el trabajo, y el empeño de todos.