Letanía
Félix Grande, que por cierto era de mi quinta, escribió en 1967 una estremecida lista de peticiones desgarradas que tituló Letanía. Asomado a ella aunque no pueda alcanzar ni de lejos su belleza ni su aliento, me atrevo a escribir también una letanía de emergencia. La lista es casi al azar y podría ser mucho más larga, casi interminable. Es lo que quiere delatar Félix Grande cuando corta bruscamente la lista con una s sola, sin más y sin punto final siquiera; o sea, ahí queda todo lo que falta por decir.
Por eso a pocos días de unas elecciones, dadme (utilizando la misma técnica litánica del poeta) razones para votar dadme gestión sin intereses dadme otros discursos menos oportunistas dadme otro rollo dadme un candidato que no descalifique al contrario "dadme otro mundo y otro mar de esperanza" (Félix Grande) dadme?
Por eso a pocos días del Día Internacional de la Familia, dadme una política de protección máxima a la familia dadme igualdad dadme coberturas económicas a los hijos dadme respeto cuidadoso y estremecido al que va a nacer dadme apoyo privilegiado a pobres y dependientes dadme honor y consideración a los viejos dadme una familia sin aditivos postmodernos "dadme otro mundo y otro mar de esperanza" (Félix Grande) dadme?
Por eso cerca del Día de la Suficiencia Alimentaria dadme pan sin lágrimas dadme agua potable dadme tierra y libertad dadme papeles dadme comercio justo dadme semillas sin trampa dadme razones para no emigrar dadme futuro para no buscarlo saltando vallas "dadme otro mundo y otro mar de esperanza" (Félix Grande) dadme?
Y pasados pocos días desde las Fiestas de canonización de dos Papas dadme una Iglesia como la que quiere el papa Francisco dadme santos de medidas normales dadme atención exquisita a la gente dadme oídos finos y ojos libres para oír y ver dadme presencia en la plaza de todos los días dadme riesgo dadme pascua y pasos dadme trascendencia dadme oración y grito, dadme otra forma de ser y hacer Iglesia, "dadme otro mundo y otro mar de esperanza" (Félix Grande). Dadme?
Y cada uno alarga la letanía hasta donde le dé el alma; por eso termino como el poeta: dadme lo que s
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