Elecciones europeas, futuro y abstención

Estamos inmersos en unas elecciones europeas donde podemos decidir que la Europa de la troika no nos gusta. La circunscripción es única para toda España (la misma papeleta para todos), con lo que apelar al voto útil en este caso es un camelo.

Dicen que la abstención será muy alta. Desde luego respeto la decisión de cada uno, y en especial la de quienes creen en otro modelo de sociedad como el anarquismo. Pero me preocupan aquellos que dicen pasar de la política, o que todos son iguales, y no votarán. La política no es mala, es esencial y necesaria, la estropean los políticos que elegimos. Lo razonable sería buscar otros con planteamientos diferentes y que no han podido demostrarlo, todos no son iguales. Y desde luego participar más. El momento no puede ser mejor para reflexionar sobre lo que implica decidir votar o no.

El neoliberalismo que Thatcher y Reagan impulsan en los 80, origina nuestra crisis actual. Es una política de derecha rancia que vuelve al capitalismo salvaje del siglo XIX: especulación, oligopolios, desigualdad, paro, miseria, corrupción, ausencia de derechos sociales, etc., (con las bendiciones divinas según ellos) solucionado en el pasado con la guerra. El gobierno para unos pocos a costa de la inmensa mayoría. El Partido Popular es su mejor exponente en España. Pero han tenido la colaboración necesaria de los socialdemócratas, pervirtiendo sus propios principios. El PP y el PSOE no son lo mismo, pero a veces se parecen demasiado.

El problema está en que, llegado el momento de replantear el modelo económico, político y social de la sociedad, o cuando menos reinventar el capitalismo que decía Sarkozy, en España los votantes deciden que lo haga el PP. Sorprendente decisión, es lo mismo que poner al lobo a cuidar a las ovejas.

A la izquierda del PSOE (siempre ensimismado y perdido) falta un discurso aglutinador que muestre que se puede construir un mundo diferente, y mejor. El 15-M parecía un nuevo punto de partida, pero de momento sólo aporta más confusión. Quizás Izquierda Unida tendría más capacidad para construir ese marco de encuentro, con verdadera generosidad y dejando personalismos (individuales o de grupo) al margen. Aunque despista su actuación en Extremadura y Andalucía. Lo que está claro es que el actual sistema, que nos lleva al suicidio como sociedad e incluso con los problemas ambientales casi como especie (del que solo parece acordarse Primavera Europea), no lo quiere cambiar la derecha por mucho que la gente castigue al PSOE, que se lo merece, aunque el palo se lo dan a sí mismos.

Si algo está claro es que si de verdad queremos cambiar el mundo sin futuro que tenemos, el problema es la derecha y la solución está en la izquierda. Y abstenerse es apuntalar al Partido Popular y sus decisiones que sólo significan pasado y sufrimiento. Ellos no tendrán ningún problema de legitimidad con una abstención mayoritaria, se verán justificados y seguirán machacando a la mayoría para que los suyos cada vez tengan más. Como dice el PP "lo que está en juego es el futuro", pero el suyo sólo habla de un pasado que ya tendríamos que haber superado. Y necesitamos muchas más Europa, pero de la gente, los estados nación clásicos ya no nos sirven. Si quieres castigar a los grandes partidos clásicos no te abstengas, vota diferente de verdad.