La Cámara Agraria cierra sus puertas por falta de ayudas públicas
Aurelio Pérez asegura que la gestión de la Administración regional en este campo ha sido "lo peor de lo peor"
![[Img #27028]](https://imagenesnetytec.blob.core.windows.net/simg/imgf/2014/05/img_27028.jpg)
El presidente de la Cámara Agraria de Salamanca y coordinador regional de COAG y, Aurelio Pérez, ha asegurado hoy que la gestión de la Consejería de Agricultura y Ganadería respecto a las cámaras agrarias ha sido "lo peor de lo peor" y ha confesado sentirse "engañado, traicionado y defraudado", según informa la agencia Efe.
En una rueda de prensa, Pérez ha lamentado que la Consejería de Agricultura de Castilla y León haya optado por no seguir otorgando subvenciones ?unos 80.000 euros anuales? a la Cámara Agraria de Salamanca, entidad cuyo 90 por ciento del presupuesto depende de esas ayudas, lo cual abocará al cierre de la entidad el próximo día 1 de julio.
El presidente ha manifestado sentirse "engañado, traicionado y defraudado" por la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, al tiempo que ha sostenido que la gestión en relación con las Cámaras Agrarias no ha podido ser peor.
A su juicio, se debería haber optado por una solución "dialogada, pactada, ordenada y con perspectivas" porque, según sus palabras, en "un mes y medio no se puede decir que se acabó, como así ha sido".
Ha lamentado que el Gobierno autonómico "eche el muerto del cierre" a los responsables de la Cámara Agraria de Salamanca porque, aunque éste no se ha decretado por ley, Pérez ha remarcado que "si no hay recursos es imposible mantener los tres puestos de trabajo y el funcionamiento de la entidad".
A pesar de las dificultades económicas que ha atravesado la Cámara Agraria de Salamanca y que llevaron a COAG en septiembre de 2012 a hacerse cargo de la entidad en junta gestora tras la dimisión en bloque de ASAJA, que ostentaba la presidencia, Aurelio Pérez se ha mostrado convencido de que las cuentas se han saneado tras la política de saneamiento llevada a cabo.
Los tres trabajadores de Salamanca han recibido sus nóminas hasta el pasado mes de febrero y no se ha podido seguir con el abono de los impuestos, ni de las amortizaciones de las deudas contraídas con Hacienda y la Seguridad Social.