No muy buenos augurios

La semana empezó propagando por toda la orbe imágenes inquietantes acaecidas en la capital de la fe cristiana, católica y apostólica que como sabemos se denomina asimismo romana y no Vaticana aún siendo este estadoindependiente el verdadero núcleo de la jerarquía de dicha fe. Pues allí, no se rodaba ninguna secuela de la película de Hitchcock destinada a inquietarnos, a acelerar nuestros corazones o a ungirnos con el propio rocío de sudor frio suspendiéndonos hasta la inmovilización. Muy al contrario se trataba de ben-decirnos hacia el anhelado deseo de la paz.

Desde el balcón dos chiquillos soltaron dos palomas que eran como la prolongación de sus inocentes manos, níveas, delicadas, que desplegaron sus alas como ellos las palmas en el mismo vuelo en señal de paz. Detrás de ellos igual de blanco un Padre Santo de espíritu nuevo que en muy poco tiempo a predispuesto a todos hacia esa justicia que se convierta en paz. Por eso se soltaron las aves mensajeras, mirando esta vez a la agitada ucrania, hacia esa gran puerta de Kiev.

No es mismo, al menos eso creo, una paloma en la Plaza de San Marcos de Venecia o en Trafalgar Squaer, que una blanca que sale de un balcón del Vaticano, que de pronto identificas con su casa y solo esperas que si lanza una legua de fuego sobre tu cabeza acabará una frustración longeva y empezarás definitivamente a hablar inglés.

Pues bien, ya sabéis que recién iniciado su simbólico alto vuelo aparecieron una gaviota y un cuervo, que las atacaron sin piedad y dieron caza y alcance a una de ellas, con atroz violencia acometieron a la indefensa alegoría, y nos quedamos perplejos como queriendo buscar significado al desastroso final de la tragedia.

Porque está claro y preclaro que si esto llega a suceder en otros tiempos hubiera sido un augurio creo que malo, y los presagios hubieran llevado a consultar al oráculo de la Sibila délfica, a José el antecedente de Freud, a Jeremías, Nostradamus, a la bruja de Blair o al mismísimo Rappel, pero ya sabemos que ahora con la crisis estamos más bien hartos de malas noticias mientras nos vamos confortando con el peor imposible y además, pronósticos y auspicios están en manos de carísimos asesores que no entran por la seguridad social.

¿Querrá decir esto que en Ucrania "van daos" que eso va a ser Siria? ¿Qué la buena voluntad del Papa va a ser devorada por la gaviota comilona de la eterna santa burocracia de la Curia, y otro Papa vendrá? ¿O es que definitivamente tengo que perder las esperanzas de hablar inglés?

Y es que no dejo de pensar en las palomas y en la facilidad con que el planeo de la gaviota alcanza el revoloteo feliz de la optimista ave. Que siempre hubo halcones y palomas y ahora añaden cuervos, siempre de negro anticipando el luto, gaviotas y gaviotos. ( ya me ha subrayado en rojo el Word este palabro, ya lo sé, y tampoco miembras que dijo la ministra)

Tanto me ha afectado que he ido raudo a mirar si la Picassiana paloma de la paz se ha visto afectada, y veo que al menos no parece y sí parece que el arte dura un poco más que ciertas vidas. Traigo una que es ya casi un logotipo, dibujada con línea pura de maestro, como si fuera un dibujante griego decorando un ánfora. Aquí la usamos mucho en aquel tiempo de transición cuando Jarcha cantaba a la Libertad sin ira, qué lejano cuando ahora casi todo es ira y cada vez merma más la libertad. Fue el poster más vendido, con el del Ché, nada que ver. Este lleva en el pico una ramita de olivo, todos sabéis que es por lo de Noé y el final de aquel diluvio-siempre-que-llueve-descampa, que primero mandó un cuervo y dejó de volver cuando encontró carroña, y luego una paloma que volvía, una vez con esa ramita de olivo, la inundación está bajando a alerta naranja y luego ya no volvió pues su vuelo encontró el reposo de la tierra seca, (con mi duda reciente por las impactantes imágenes vaticanas de si no se la comió el cuervo en un triste final). Con lo que fuere. La ramita de olivo en la paloma es señal de paz de Dios con los hombres, cuando se le pasó el cabreo, y de los hombres con Dios, otra vez a volver a empezar. Pacto con final de fiesta: Desde ahora la luz empezará e refractarse en arco iris, y así podréis hacer banderas ecologistas y gays.

Desde entonces no son pocos los que creen que esta ramita es solo un condimento para guisar esta ave a la cazuela, y así prosiguen, tercos pero suficientemente alimentados.

Otros tantos intentaron ser fieles a la idea de la paz a los hombres de buena voluntad. Más bien vegetarianos de toda clase de yerbas, se agruparon desinteresadamente, unieron el concepto de paz al de amor, hermano, y se llamaron hippies, su símbolo era el que creara en 1958 el diseñador británico Gerald Holtom para una campaña de desarme nuclear, y que se dice asemeja dentro de un circulo, la huella del ave. Puede también usarse como punto de mira para el tiro de pichón, pero no se debe, sería un contradios. Se hizo tan popular que hasta yo tuve hebilla y anillo, con lo que ya podéis adivinar mi edad.

Así que acabo aconsejando cierta prudencia ante contundentes señales si es que sois más palomas que gaviotas o aves de rapiña, que estas se arreglarán ya por su cuenta las muy capullas.

Lo que también me deja el símbolo hippie parecido a la estrella de Mercedes es el pensamiento de que si es huella de paloma, esta lo mismo no fue devorada por el cuervo, que al cabo es el único augurio positivo que contiene este escrito.